Opinión

Como el emperador de Japón

Teniendo en cuenta que somos un país que lleva medio año gobernado por una administración en funciones, no debemos extrañarnos al saber que la situación es similar en el trámite de elección del seleccionador nacional de fútbol, una decisión que no recae en la voluntad del pueblo soberano sino en la del presidente de una federación en la que manda desde hace más de veinte años a pesar de que no sabe pronunciar el nombre del deporte cuyo máximo organismo preside.

Ayer supimos que el emperador del Japón, el dios viviente Aki Hito, está próximo a abdicar en favor del príncipe Naru Hito su primogénito, casado a su vez con la atormentada princesa Masako aquejada de una profunda depresión crónica desde el mismo día en que contrajo matrimonio. En este nuestro propio país, hemos asistido también a la renuncia de un rey en favor de su hijo y heredero. Pero Ángel María Villar no dimite ni se lo plantea. El presidente de la Federación Española de “furbol” –como él mismo se autodenomina- no solo no ha barajado esta posibilidad sino que aspira a convertirse en presidente europeo en caso de que el titular de la UEFA, el no menos controvertido Michel Platini suspendido de su cargo por choriceo a gran escala, se vea en la obligación de renunciar definitivamente. Villar dejaría en su puesto a Movilla, un hombre suyo faltaría más, prolongando de esta forma su legado y convirtiendo en crónica su presencia al mando del “furbol” continental como crónica es la depresión de la futura emperatriz japonesa.

Por alguna razón que desconozco, nadie puede lograr que Villar dimita, no hay manera de someterle a una fiscalización en condiciones, ni conozco a nadie que se proponga como alternativa para plantearle una seria y saludable competencia, una cuestión que en un país plenamente democrático como el nuestro suena a profundo contrasentido. De hecho, y mientras el líder de una formación política que ha ganado ampliamente las elecciones las pasa canutas para obtener los apoyos que le permitan gobernar, el presidente del “furbol” no sabe lo que es pasar agobios, maneja todos los hilos, pone y quita personalmente los seleccionadores nacionales y solo dejará su sillón en caso de presentar su candidatura para la federación europea que ahora preside de forma transitoria sustituyendo a un palomo que está a punto de ir a la cárcel. Todo un ejemplo de dignidad y trasparencia.

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