Opinión

Una encuesta obsoleta a medias

La encuesta publicada ayer por el CIS tiene una aplicación muy relativa porque se cerró el día 11 de enero nada más sentarse sus señorías en el escaño y sacar la señora Bescansa a su niño para pasearlo por el Congreso una vez sus señorías se estrenaron en la sesión inaugural de este nuevo periodo legislativo. Se trata por tanto de un escenario quizá ficticio, porque entonces no había estallado todavía la bomba con espoleta retardada de la trapisonda valenciana, y en el panorama de opinión política el general encabronamiento que sucede a los casos de corrupción cuando afloran a la superficie estaba aún en silencio, anestesiado suavemente por el peso y la impresión de los resultados habidos El panorama que nos pinta el estudio demoscópico es sin embargo curioso y quizá sirva para algo más que para encabezar las primeras planas de los diarios, y reducirse, como solían en tiempos, a envolver los bocadillos de escabeche que se preparaba la gente de a pie para acudir al tajo de mañanita.

Dice esta encuesta que el PP se mantiene e incluso sube muy ligeramente, que Ciudadanos apenas se mueve y que los que intercambian posiciones son Podemos y el PSOE. Bajo la dirección de Pedro Sánchez, el PSOE poerde en esa encuesta dos puntos –desde el 22’5 al 20’5– mientras Podemos sube punto y medio y se hace con el segundo puesto. El mismo informe presenta al líder de IU, Alberto Garzón como el más valorado superando a Albert Rivera que ostentaba antes este mismo puesto. Lo que más preocupa a los españoles es en primer lugar el desempleo, en segundo lugar las drogas y en tercer puesto la inseguridad ciudadana. Y creemos también que nuestra situación económica es regular y que dentro de un año será la misma. Un país como el nuestro cuyos habitantes se inclinan ligeramente por considerarse conservadores, no ha recobrado aún ni la alegría ni el buen humor. Eso dice al menos el documento.

El rey ha encargado a Pedro Sánchez la formación de un Gobierno pero las encuestas son ternes en este aspecto. Al líder socialista no hay manera de que se le contemple con buenos ojos. Es posible que la encuesta del CIS este hoy obsoleta pero de Sánchez dice lo que dice y lo que dice no es ni bueno para él ni nuevo para el resto. Y no hay quien se lo arregle por más empeño que pone.

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