Opinión

Los escritores costumbristas

Muchas veces he pensado cómo hubieran reaccionado personajes de antaño a los que admiro enfrentados a situaciones que marcan nuestra vida cotidiana en este tiempo. Mi referente como escritor y articulista no es otro que don Ramón de Mesonero Romanos y así lo he dicho en muchas ocasiones. Mesonero era rico por familia, estudió Derecho por imperativo categórico, pero no urgido por situaciones financieras adversas como ocurrió con muchos de sus colegas del tiempo y teniendo esta importante faceta de la vida divinamente resuelta, se dedicó a viajar, a conocer ciudades, a empaparse de urbanismo, a aplicarlo en la villa que le vio nacer, y a escribir

. Fue por tanto un madrileño millonario y sumamente generoso, que se gastó una fortuna en obras de beneficencia y actividades culturales sufragadas de su propio bolsillo, que zascandileó por donde le llevó su instinto, presidió un buen puñado de instituciones, se convirtió en el concejal capitalino más popular, y sus columnas periodísticas sobradas de buen humor, erudición y mejor juicio pueden servir de patrón para todos los que nos dedicamos este oficio. Es el mejor comentarista de lo cotidiano que conozco y el más ingenioso y bienaventurado escritor costumbrista.

Mesonero lidió durante su época de concejal, de presidente del Ateneo o el Círculo, de académico de la Lengua o de bibliotecario perpetuo, con situaciones políticas y sociales de no te menees y las resolvió con sentido común y prudencia. Radical cuando joven y miembro junto a Larra, Venturita de la Vega o Pepito Espronceda, de la famosa “partida del trueno” que andaba apagando farolas a bastonazos cuando salían trompas y a las tantas de la tertulia de “El Parnasillo”, fue atemperándose hasta caer en liberal templado y de buen carácter al que le cautivó la contemplación y la explicación de su tiempo. Por eso, sus crónicas son tan esclarecedoras. Y están tan pormenorizadas y explícitas que permiten comprender la vida cotidiana desde la regencia cristina hasta más allá de la I República.

Por eso me pregunto qué hubiera escrito don Ramón de personajes de este tiempo, Digamos de Pablo Iglesias, Esperanza Aguirre, Manuela Carmena, Pedro Sánchez y tantos otros. Claro, que eso es como suponer qué hubiera hecho en el Madrid de Zidane, Alfredo Di Stefano. Seguro que en ambos casos algo bueno.

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