Opinión

Un mundo feliz

Dicen los expertos, científicos y futurólogos, que el mundo va camino de ser dirigido, administrado y gobernado por las máquinas. O sea, que en un futuro no muy lejano, todos los humanos dependerán de un inmenso ordenador “madre”, con ramificaciones extensivas a todo el planeta. Esto me recuerda las maravillosas novelas de Isaac Asimov. La vida imita al arte, en este caso literario. Al parecer se acaba la ficción y queda solo ciencia, hierros y demás elementos. Un mundo metalizado en el que la actividad humana será dependiente de millones de ingenios y artilugios que marcarán su vida. Dicen que esa civilización de ocio y abundancia dará la oportunidad por primera vez a la Humanidad de ser dichosa, ya que podrá comer, beber, retozar y hacer todo lo que le apetezca en auténticas sociedades asépticas, boyantes, limpias y pacíficas.

¿Sin problemas? Si los hay, es de suponer que se dispensaría inmediatamente el “soma” a quienes los tuviesen. Con esto me viene a la memoria “Un mundo feliz” de Huxley. Las máquinas se reproducirán a sí mismas y se repararán por sí solas. Ellas lo serán todo y harán todo por el hombre. ¡Maravilla! Nadie trabajará. ¿Nadie? Bueno, estarán los que vigilen los mecanismos y aquellos que traten de mejorarlos, de saber a dónde dirigirse para extraer los materiales necesarios para programarlas... Eso está bien.

Perdonen, queridos lectores, la ironía, pero si se llega a vivir así, va a resultar que las máquinas alcanzarán status de humanos y los humanos de máquinas por mor de la cirugía reparadora. Una era que ya comenzó hace tiempo. Los seres pensantes, ya son ciborgs. Los laboratorios fabrican toda clase de materiales para trasplantes de todo tipo. Esto es extraordinariamente bueno, porque la vida es lo primero a respetar y cuidar en cada una de sus facetas y circunstancias. Pero con todo, al parecer, las máquinas la superarán. Esto me recuerda a “Terminator”. Ellas harán la literatura que se lea, la poesía que se sienta, la música que se oiga y la pintura que se vea. Y ellas, de alguna manera, crearán al hombre.

Se me viene a la memoria “1984”. Sólo hay un peligro entre tantos otros: ¿y si empiezan a pensar? De ser así, no se estaría lejos de encontrarse con un asesino como “HAL”, o en el mejor de los casos con un mundo humano. Cosa que hoy día, puede dudarse de que éste lo sea. Piénselo.

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