Opinión

¿Qué son si es que son?

Eu non creo nas meigas, pero habelas hainas. Esta frase podría servir muy bien para otros fenómenos inexplicables. En este caso, si cambiamos “meigas” por ovnis, y masculinizamos la frase. Esto viene a cuento de dos noticias aparecidas en los medios de comunicación a las que no se les ha dado la menor importancia. Lógico, dados los monstruos chupasangre con los que tenemos que vernos las caras a diario.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, o sea a los platillos voladores tan negados por todos y tan viajeros por los cielos del mundo, los medios informaron en diciembre de 2013 de que en Bremen, lugar al norte de Alemania, se había detectado uno de estos extraños objetos no identificados que muchos ven y nadie reconoce. El caso es que uno de ellos entorpeció el tráfico aéreo durante más de tres horas en el aeropuerto de la localidad, obligando a desviar unos vuelos, cancelar otros y anular aterrizajes durante el tiempo que duró la alarma. Responsables del aeropuerto declararon que el objeto desapareció de los radares después de las tres horas desde su avistamiento sin poder identificarlo.

En julio de 2013, sucedió otro caso similar en la campiña de Berkshire, al oeste del aeropuerto londinense de Heathrow. Un Airbus A320 con pasajeros estuvo a punto de colisionar con otro objeto definido por el piloto como un ovni metálico. Pero el intruso sobrevoló el avión y desapareció tan ricamente sin causar mal alguno. El Airprox Board británico, que investiga todo incidente en que estén involucradas las líneas aéreas del país, hizo un informe sobre el hecho. Estas noticias además de interesantes substraen la mente de la atmósfera insana que se respira de continuo, y la invita a volar hacia otros mundos que muy posiblemente estén en éste y a los que la imaginación y el misterio revisten de esperanza irrealizable.

¿Hay alguien ahí? Y si lo hay ¿quiénes y cómo son? ¿O esos brillos son sólo reflejos del deseo? ¿Tienen algo de humano o ajenos a esta naturaleza? ¿Qué son si es que son? ¿Incógnitas indescifrables? Sea como sea, y como muy bien decía el sabio, se puede pensar que estamos solos o acompañados en el universo arcano, pero en cualquiera de los dos casos posibles, la respuesta es siempre terrorífica. Y, si usted lector no lo cree, piénselo cuando viaje solo en la oscuridad de la noche por carreteras despobladas.

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