Opinión

Divorcio preelectoral: el tiro por la culata

La política de pimpinela entre el dúo Partido Popular y Jácome se remonta al año 2015, cuando en apariencia existía un odio irreconciliable y tras las elecciones municipales el PP defendía “un gobierno en minoría con acuerdos puntuales”, premisa que modifican inmediatamente tras las siguientes elecciones cuando la primera fuerza resulta ser el partido socialista. Es ahí cuando deciden abrazar a Jácome con el perdón de todos sus pecados, con tal de mantener el control de la provincia a través de la Diputación, que presiden desde hace más de 30 años. Y para ello, no dudaron en autoimpregnarse de amnesia para olvidar aquello que Feijóo decía sobre Jácome (“letal para Ourense”), y después de hacerse campaña los unos contra los otros, deciden aparcar sus principios por una “buena causa”, la Diputación. 

Tras idas y venidas, el inicio del bipartito local PP & Jácome, la ruptura, la reconciliación y demás políticas de pimpinela, que hizo dimitir al máximo dirigente del PP en Ourense, el exalcalde Jesús Vázquez, porque según él mismo: “Las decisiones no las tomaba él y todo le venía impuesto, no pintaba nada ahí”, ahora al PP le toca un lavado de cara después de un par de años practicando la política de avestruz ante la llamada del resto de partidos para fomentar la estabilidad en Ourense, no fuera a ser que gobernase el partido socialista, lista más votada en las municipales y fuerza que mantuvo la coherencia hasta el último momento a pesar de perder la oportunidad de gobernar. 

El Partido Popular subestima a Jácome quizás por ese halo de superioridad que les caracteriza al dominar la provincia durante más de 30 años. Llevan jugando al bipartito PP-Jácome al margen de todo y resulta que ahora pretendían tramar el divorcio preelectoral. Lo malo es que a la “original” estrategia de los “nuevos” dirigentes (de siempre), se adelantó Jácome y les salió el tiro por la culata. 

Toda estrategia política es lícita y respetable, pero hay ciertas líneas rojas a tener en cuenta como límite, y reírse de la inteligencia de la ciudadanía es una de ellas. En el PP creen que pueden jugar con Jácome, usarlo cuando les convenga y jugar a engañar a la ciudadanía, pero la realidad es otra bien distinta. Subestimar la inteligencia de los demás deriva de la prepotencia de creer que Ourense es su propiedad. Desde el Partido Popular debieran hacer honor de la humildad y no reírse de Ourense diciendo entre otras cosas que el AVE llegó aquí pero no a Galicia como si fuéramos del Bierzo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo la provincia con peores datos demográficos, con salarios y pensiones más bajas, con peor saldo vegetativo fruto de la migración de jóvenes por falta de oportunidades, con menor inversión en sanidad o políticas sociales? ¿Hasta cuándo? 

Ourense merece ser una de las provincias punteras de nuestro país. Ahora que el Gobierno de España nos convierte en la puerta de entrada a Galicia con la llegada del AVE, tenemos que exprimir al máximo nuestras riquezas y posibilidades, que son muchas. Uno de los muchos ejemplos de la desidia de los últimos años es que, mientras somos una de las potencias termales a nivel europeo, se abandona y desaprovecha nuestra riqueza. No podemos consentirlo, ni perder otro tren, el cambio es una necesidad hoy más que nunca.

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