Opinión

Distancias cortas

Las deliberaciones del consejo de ministros son secretas y sus miembros juran o prometen no decir ni pío sobre lo que ocurre alrededor de esa mesa. De ahí para abajo todo puede ser conocido. Incluso el ministro que baila y las cenas privadas de todos ellos, más allá del G-8, aunque eso haya que descubrirlo, lo mismo que los errores que comete el Gobierno y que los periodistas no olemos como ha presumido la vicepresidenta Soraya. Parece como si la ‘vicetodo’ en su intento para mostrar su rostro más humano en “El Hormiguero”, nos hubiera puesto deberes. De la vice arregla-marrones habrá que decir el lugar común que se utiliza con todos los políticos: que gana en las distancias cortas. En su caso, además, es verdad.

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