Resulta dificilísimo saber si la presión fiscal española sobre las empresas es mucha, poca o la adecuada. Si se les pregunta a los empresarios es elevadísima y superior a la de la media de los países europeos. Hacienda dirá lo contrario y el común de la gente cree que las empresas tributan menos de lo que debieran. Lo que los trabajadores tienen claro es que tributan sobre el cien por cien de sus sueldos en la medida que les corresponde. Un informe de la Agencia Tributaria dice que las empresas españolas pagan el impuesto de sociedades sobre una parte de sus beneficios y no sobre el total. Ingeniería financiera dicen que se llama esa figura que les permite tributar sobre tres de cada cinco euros que ganan, y lo malo es que la propia Agencia Tributaria reconoce que va a tener muy difícil meter presión fiscal sobre esas ganancias que se le escapan después de que se relajara la presión fiscal con la crisis de 2008. La crisis ha pasado, las ganancias han crecido pero las empresas se las apañan para pagar menos.
