El síntoma de que este año la feria ARCO es menos polémica que ediciones anteriores es que los medios de comunicación tiene que recurrir a realizar antológicas de los disparates -¿o no? de los años precedentes. Si el arte es un síntoma del estado de la sociedad en la que se crea, las perspectivas no son nada halagüeñas. Ha vuelto la pintura pintura, la fotografía ha disminuido de forma sensible, perfomances las justas, videos igual, y se respira un aire de seriedad que a veces se hace excesivo. Ni tanto como años anteriores ni tan poco como este, al menos para la concepción del arte como espectáculo. Y si los galerista se ponen serios es que no quieren arriesgar y los coleccionistas tampoco. Anuncian que la crisis vuelve y que el dinero busca refugios seguros.
