Opinión

Cando a limosna é moita…

Empezaría estas líneas pronosticando que, a quien madruga, Dios ayuda. Y esta cualidad, unida a otras muchas medidas anticipatorias, se traduce en una gestión con sentidiño, estabilidad y certezas, acorde con las necesidades de los gallegos, y ponen favorito en la parrilla de salida al candidato Alfonso Rueda para ser elegido presidente de la Xunta el 18F. Todas las encuestas así lo avalan. Ahora, tras la proclamación del candidato Rueda, ya el día siguiente de la festividad de Reyes, transmite valores a tener presentes: ganas, ilusión, inconformismo, capacidad de trabajo… y responsabilidad del candidato y actual presidente, así como de los bastantes más de mil gallegos que lo aclamaron. ¡Sí!, las encuestas van bien, pero la que vale es la encuesta definitiva, la del 18F. Y como ganado no hay nada y se puede perder todo, evitemos que Galicia sea “un trofeo de la Moncloa o una sucursal independentista”, como pone título La Región a las palabras de Rueda.

Como preámbulo a la clausura del evento de proclamación por parte de Alfonso Rueda, hubo otras intervenciones, todas incidiendo en la importancia de estas elecciones autonómicas, recordando el trabajo que queda por delante, la movilización hasta el18F, apelando a la superación e inconformismo, con el objetivo de lograr la mayoría absoluta de la era Rueda. Un tripartito o cuatripartito en Galicia traería las mismas consecuencias que ya comienza a barruntarse en el Gobierno de España a menos de dos meses de investidura de Sánchez: ser mendigos y/o continuar con cesiones a los socios de gobierno para sacar adelante decretos, leyes, acuerdos… En Galicia, de bipartitos para arriba no guardamos agradables recuerdos.

A partir de ahora, la preocupación de los grupos políticos ante las elecciones gallegas es la de convencer a los gallegos –cada cual cómo mejor entienda- para arrimar el ascua a su sardina. Y los más desesperados, los de las encuestas desfavorables, recurrirán a todo tipo de tretas, como los paseos a las playas para mostrar bolas de plásticos. Mientras, el PPdeG, marcando el liderato en la tendencia de los gallegos, continuará con su recordatorio de lo realizado y los objetivos de futuro; hablando con la gente, que es la mejor manera de hacer política.

Y como no caben confianzas, llamó mi atención la intervención de un gran alcalde y un alcalde grande, la de José López Campos, de A Estrada, cuando en su afán de combatir optimismos y triunfalismos anticipados por unas encuestas favorables, recordó lo de “Cando a limosna é moita, ata o santo desconfía”. Este refrán popular expresa que ofrecimientos de dádivas desproporcionadas –las buenas encuestas- son sospechosas. Está bien, y deben dar fuerzas las encuestas favorables, pero deducir que todo está hecho no es verdad, pudiendo resultar perjudicial y con efecto paradójico.

El que da primero da dos veces. Es ideal comenzar bien desde el primer momento, en encuestas y proclamación, transmitiendo a los gallegos cuáles son los objetivos para el próximo mandato, sin exabruptos hacia los demás contendientes. Proclamando las ideas y propuestas. Porque Galicia tiene su propia idiosincrasia, su personalidad, que deben tenerse presentes a la hora de elaborar cualquier programa, defendiendo lo que es propio e inherente: la estabilidad y las certezas que se sucedieron en el transcurso de estos últimos catorce años y de los que Rueda fue un activo. ¡Sí!, la buena política sirve para mejorar las cosas. Y yo siempre diré que es la buena política la que hace posible lo necesario, el “Ars posibilis”.

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