Opinión

La españa multinivel o de tú a tú

Si la razón -creo que debiera intervenir la divinidad- no lo remedia, la mesa de la Conferencia de Presidentes no estará al completo; así lo creía a pie juntillas la semana pasada. Los presidentes de Cataluña y País Vasco anunciaran su ausencia de la reunión con sus homólogos de las demás Comunidades Autónomas. A última hora se compra por 220 millones de varios traspasos –qué casualidad que sucediera horas antes- la presencia del presidente vasco y ya tenemos una ausencia y no dos. El catalán va más allá de traspasos. La Conferencia multinivel está servida. Al presidente catalán sólo le interesa el tú a tú, la bilateralidad. Lo recoge en titulares muy bien La Región: “Aragonès sólo negociará con el Gobierno central de tú a tú”. ¡Qué manera de morder el polvo, cuántos sapos hay que tragar y sacrificios sufrir para continuar en Moncloa! Todo porque Aragonès es socio y sostén imprescindible del Gobierno de España; y sabedor de su fuerza en el Ejecutivo, pide y hace lo que le viene en gana. “El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería” (Thomas Fuller). A cambio, el respeto a las demás CCAA es cero. Se sienten superiores y, además, se lo creen y lo demuestran. ¿Se imaginan el indignante clamor de los autoprogresistas si el tú a tú, en una mesa aparte con el Gobierno de España, lo impusiera la Comunidad de Madrid o mismo Galicia?

¿Que si pregonan España multinivel? Ya la tienen. La España de españoles libres e iguales, al estilo Sánchez Pérez-Castejón. ¿Dónde está escrito que con el Gobierno catalán hay que sentarse aparte? Concitando el catalán el rechazo general por su “portazo” a la Conferencia, la pregunta es obligada: ¿se sentirá cómodo, incluso satisfecho, el señor Sánchez Pérez-Castejón con tan altiva y desconsiderada como voluntaria ausencia, imponiéndosele negociación a la carta? La respuesta es “depende”. Por una parte no le gusta, como a nadie, tragar sapos; pero, por otra, qué quieres que te diga… si de lo que se trata en continuar en Moncloa con los menos sobresaltos posibles. ¡Así es!

Suponiendo, que es mucho suponer, que Sánchez tenga una vena de estadista, su comportamiento le llevaría a ser equitativo con todos los españoles, independientemente del territorio en el que habiten, y, por lo tanto, no estaría contento con ese sapo delante; es más, toda una contrariedad, pues se habrá dado cuenta de que es el aperitivo de lo que le espera en septiembre en esa llamada mesa del diálogo. El independentismo megalómano nunca se sacia, y a cuenta de los demás territorios y españoles, sobre todo al darse cuenta de la enorme debilidad actual del Gobierno de España. Mi idolatrado Neme me pone en la senda, al comunicarme que no haga pregunta alguna sobre el estado de ánimo o contrariedad alguna de Sánchez Pérez-Castejón, ya que éste sólo ve para su ombligo; lo que pidan sus imprescindibles socios, y si es un tú a tú selectivo o parir una España multinivel se hace y punto. Ándese yo caliente y ríase la gente; lo demás le importa un bledo. Como cierto es que lo más aburrido del mal es que uno se acostumbra, como nos indicó Sartre.

Puede decirse que sería un gran error juzgar al presidente Sánchez Pérez-Castejón por su interés con el conjunto de todos los españoles en vez de por su interés particular; porque el problema del actual momento –ya lo fue en el de W. Churchill- consiste en que existen políticos que no quieren ser útiles sino importantes; y para conseguirlo nada como mantenerse en el poder, que para Sánchez Pérez-Castejón es continuar instalado en el machito al precio que sea, anunciando e intentado crear la España multinivel. ¡Eso sí que es nivel… pero de supervivencia! Nada nuevo bajo el sol.

Y mientras, los independentistas, a los que hay que agradecer que -no gustándonos nada sus intenciones- al menos no engañan a nadie; cosa que no se puede decir de Sánchez. Y a sabiendas de que para ganar una batalla rápidamente hay que prepararla despacio. La Conferencia de Presidentes finalizó hace unos días con algún anuncio, sin novedades ni acuerdos; eso sí: el protagonismo para el que no asiste. ¡Qué importa no acudir ahora a la Conferencia si en septiembre hay un tú a tú con eso de la mesa de diálogo! Y el multinivel hizo su aparición.

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