Opinión

Y más, para regresar antes

Vamos más para regresar antes’. Así justificó la ministra Chacón el envío de 220 militares más a Afganistán. La justificación no está exenta de optimismo triunfal e insinuante malevolismo; y de su análisis se desprenden principios tramposamente pacifistas a aplicar en futuras misiones pacifistas, humanitarias y demás ayudas allende los mares. La teima que mantengo conmigo mismo, susceptible de exportar a la conciencia pacifista, me hace preguntar qué será de los pesebreros anti Iraq. ¿Quiere insinuar la ministra que vamos más para rematar la faena antes? ¡Y todos callados! Que la maldad no necesita razones -le basta con un pretexto-, está en el vamos más para regresar antes. Como quien manda más jornaleros, para acabar de recoger antes las patatas. Si se desprende que haciendo la guerra con más número de militares, antes acabamos con los talibanes que nos corresponde aniquilar y misión cumplida, se entiende. Si de lo que se trata es de regresar cuanto antes, con el fin de no exponer a nuestra tropa a riesgos innecesarios durante mucho tiempo, también. Pero el deseo de la ministra se comprende: cuantos más participemos, antes regresamos. Y dejamos de estar expuestos a riesgos innecesarios. Que el riesgo está en relación con el tiempo de exposición, y no con el número de participantes.


Sirva ministra para mostrar la faz de la paz en caso de guerra. No es cuestión de estar demasiado tiempo en misión de paz, mientras perdure la guerra, siendo muchos. Ni estar corto tiempo en escenario de guerra, haciendo la paz, con pocos efectivos. Muchos, poco tiempo. O sólo debiéramos estar el tiempo necesario para ganar la guerra. Eso de cuantos más, y más ordenados y coordinados, mejor, ni mencionarlo. Lo primero que se aprende de la política es que no es sólo acción, sino también participación. Ahora ya lo sabe la ministra. Y que la política de lo peor es la peor política. ¿Cómo se explica que dispongamos de la tropa militar para misiones llamadas de paz-humanitaria, y no protejamos la flota pesquera en el Índico, dejándola al socaire de los piratas? Que no estamos para proteger intereses privados está bien; pero que estemos para interesarnos y combatir en conflictos bélicos ajenos, como que tampoco. Y que lo tengamos que hacer disfrazados de pacifistas, es subvertir la realidad. Mejor dedicarse a desvelar facetas que emitir juicios. A los talibanes los repelemos a tiro limpio, porque o andan disfrazados de delincuentes o lo son. Los piratas del Índico no merecen consideración malévola alguna. Son piratas en escenario no bélico. Cuando nos atacan y secuestran es, entonces, cuando se merecen que vayamos a por ellos. Disuadir para controlar, ¿para qué? Si vamos a ir muchos o pocos, los suficientes o los que disponemos, depende. En ningún caso muchos para regresar antes. Esto sólo lo dejamos para Afganistán, que vamos de humanitarios, y cuanto antes regresemos mejor. Después ya Dios dirá.


(*) Diputado del PPdeG en el Parlamento de Galicia

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