Ni mayor, ni mucho menos idiota…
Abanca fue ayer la primera de la gran banca no solo en tomar nota y agendar la mejora de servicios y ampliación de horarios en sus clientes de mayor edad, sino que lo hizo además habilitando medidas concretas con las que dar cumplida respuesta desde ya mismo a las demandas del colectivo.
La campaña iniciada por el médico jubilado de Monteolivete Carlos San Juan, símbolo de la lucha de los mayores por la necesaria mejora de la atención y prestación de servicios bancarios, encontraba ayer en la entidad nacida gallega la primera decidida a facilitar los servicios, medios y atención reclamada por el pensionista valenciano de 78 años, voz y emblema de una campaña ante la que sin embargo permanecen prácticamente mudos aún Gobierno y entidades supuestamente de mayor volumen que la heredera de las desaparecidas cajas gallegas.
En junio de 2014, Juan Carlos Escotet -vicepresidente entonces en el nacimiento de Abanca- rompía con el tortuoso y triste final de aquellas, firmaba su compromiso por recuperar su carácter y vocación inicial, y resaltaba el espíritu de banca de estrecha proximidad y popular en el lanzamiento de la nueva marca, proximidad en la que las medidas anunciadas ayer representan la continuidad en ese camino de “responsabilidad, confianza, calidad, sencillez e innovación” proclamado entonces.
Lo decía San Juan el martes ante la impostada vicepresidenta Calviño en la “casual” reunión en las puertas del Ministerio que dirige la coruñesa, lo decía sin reparos al tiempo que exigía “medidas urgentes y -sobre todo- que se vean en la calle”. “Soy mayor, no idiota” decía además al entregar las 600.000 firmas registradas ya en la sede ministerial del Paseo de la Castellana.
La entidad gallega recoge el guante antes incluso de que la responsable económica del Gobierno PSOE-Podemos, todo sensibilidad ahora, guionizara un plan para citar a final de mes a los representantes de la banca más excluyente.
