No hay razones para considerar que el resultado de las elecciones del midterm han sido “una gran victoria” para el Partido Republicano, como declaró Donald Trump, pero tampoco el Partido Demócrata ha conseguido el objetivo marcado y que le auguraban muchas de las encuestas. No ha conseguido la mayoría en el Senado, que seguirá controlado por los republicanos y por Trump, que además han conseguido ampliar su ventaja sobre los demócratas, y la mayoría en la Cámara de Representantes no ha sido tan amplia como esperaban, aunque es de gran relevancia entre otras razones porque hacía ocho años que los demócratas no conseguían hacerse con el Congreso.
Nancy Pelosi, la líder de los demócratas, se ha convertido en la presidenta de la Cámara de Representantes. Una mujer de larga experiencia parlamentaria, dura negociadora, que va a provocar disgustos a los republicanos y sobre todo a Donald Trump. Presidirá Pelosi una Cámara que por primera vez reflejará la diversidad social americana: una quinta parte de mujeres, porcentaje nunca visto hasta ahora, con dos mujeres indígenas y dos musulmanas. Y una mujer de origen puertorriqueño, Alexandria Ocasio, que con solo 29 años se ha convertido en la persona más joven con escaño en el Congreso. Hasta hace un año trabajaba como camarera, a partir de ahora formará parte de la clase política que decide en Washington.
Las elecciones han tenido una participación masiva, se habían convertido en un plebiscito sobre la presidencia de Donald Trump, que se ha movilizado de forma extraordinaria vendiendo en la campaña su “American first”, sus logros económicos y que es un dirigente que cumple sus promesas electorales. Ha conseguido frenar el avance de los demócratas, pero que hayan conseguido la mayoría en el Congreso entraña dificultades para él.
El Senado decide sobre las leyes federales y los nombramientos del presidente; la Cámara de Representantes es un parlamento al uso. La mayoría republicana en el Senado significa que Trump podrá mantener sus políticas de promover nombramientos a conveniencia, entre ellos los miembros más importantes de la judicatura. Pero los congresistas podrán en cambio controlar sus gastos, exigir que el presidente haga públicos sus datos fiscales, a lo que se ha negado hasta ahora, bloquear la construcción del muro fronterizo con México y podrán también insistir en que se mantengan las investigaciones sobre la posible trama rusa que apoyó la elección de Trump.
El resultado de estas elecciones es una llamada de atención sobre lo que puede ocurrir en las elecciones presidenciales del 2020: Trump está menos “tocado” de lo que auguran los demócratas y los más influyentes medios de comunicación.
