Opinión

ARRANQUE BANCARIO Y CORRECCIONES

Poco más se podría haber esperado del arranque bancario del ejercicio. En apenas 11 sesiones, 8 de ellas culminadas en verde, el IBEX-35 acumula una rentabilidad próxima a la mitad de la que buena parte de las casas de análisis habrían firmado para todo el ejercicio. Lo que se explica, en lo fundamental, por el extraordinario comportamiento de un sector -el financiero- que no ha hecho sino acumular motivos de impulso desde que comenzara el año: de percepción, regulatorios y de negocio.


Comenzando por los primeros, los valores bancarios, liderados por Banco Popular (+22,73%), acumulan recomendaciones generalizadas de compra. Del apetito por el papel de los bancos españoles da buena cuenta, además, las primeras colocaciones de deuda de entidades nacionalizadas. Así, BMN acaba de emitir 500 millones de euros de cédulas hipotecarias con una demanda 3,2 veces superior. Y Bankia ha hecho lo propio, con 1.000 millones de euros en bonos a 5 años, y una demanda 3,5 veces superior. Lo que asevera el contundente respaldo del mercado a su evolución reciente, y avala la intención pública de proceder a la venta de un primer paquete accionarial.


En cuanto a los segundos, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, encargado de establecer el marco regulador global destinado a reforzar bancos y sistemas bancarios, ha decidido suavizar la ratio indicativa del grado de apalancamiento. Lo que, a priori, redundará en una mayor 'generosidad crediticia', en un contexto de apoyo a la recuperación económica europea en general y española en particular.


Tenemos, por último, el impacto en el negocio bancario de dos correcciones: la que se viene comunicando al alza en las previsiones de crecimiento, y la que se viene observando a la baja en la prima de riesgo de España. Ambas mejorarán la calidad del balance, ya sea -respectivamente- por la contención de la tasa de morosidad, ya por la sustancial mejora en el precio de la deuda pública adquirida hace ahora dos años, cuando la rentabilidad exigida alcanzó máximos desde la creación del euro y se cuestionaba abiertamente su propia viabilidad.


Con todo, las cotizaciones comienzan a mostrar síntomas de agotamiento y sobrecompra. Lo que, en ausencia de relevo, dará paso a otra corrección, en este caso bursátil, para digerir la verticalidad previa, tomar un respiro y, muy probablemente, seguir subiendo.

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