Pedro Sánchez aterrizó en A Coruña con el cartel de presidente del Gobierno y secretario general del PSOE para impulsar la candidatura de Inés Rey a la reelección en la Alcaldía y se fue investido “galego” por Valentín González Formoso y “albañil” por el peluquero de la regidora. Unos 2.000 militantes, según la suma del partido, entre los que se encontraban los candidatos de ciudades como Ourense, Santiago o Lugo acudieron al recibidor del palacio de congresos y exposiciones Palexco para enchufarse a unas elecciones en las que Sánchez pronosticó “una victoria con más concejales y tras las generales habrá cambio en Galicia”. Lo aventuró un 28 de abril, justo cuatro años después de las elecciones generales de 2019 en las que los socialistas lograron por primera vez ser la fuerza más votada en Galicia por delante del PP, como recordó Inés Rey al comienzo de su intervención.
"El PSdeG ha cambiado de ánimo aunque las urnas puedan rebajar el entusiasmo de cara a las gallegas".
El PSdeG ha cambiado de ánimo aunque las urnas puedan rebajar el entusiasmo de cara a las gallegas. Lo sintió el ex secretario general Gonzalo Caballero, al que ni su sucesor, Formoso, ni Inés Rey, ni Sánchez mencionaron en unas intervenciones trufadas de chascarillos para evitar la plomada del argumentario. El momento más emotivo lo protagonizó José Ramón Gómez Besteiro, recuperado por el presidente para la Delegación del Gobierno tras salir sin arrugas de un irracional calvario judicial de siete años. “José Ramón, qué bueno verte aquí”, comentó Sánchez en el turno de los saludos. La ovación fue unánime y Besteiro tuvo que levantarse en señal de agradecimiento con la prudencia del que sabe que el foco le corresponde a otros compañeros.
“José Ramón, qué bueno verte aquí”, comentó Sánchez en el turno de los saludos.
Sánchez recordó que Besteiro le presentó a Formoso cuando era diputado raso y éste le organizó un mitin en As Pontes con pancartas de recibimiento. “Pedro, eres galego”, sentenció ayer tras enumerar las aportaciones a Galicia de Rajoy y las que puede hacer Feijóo frente a la hoja de servicios de Sánchez. Inés Rey fue el jueves a la peluquería. “Quieres estar guapa para el albañil”, bromeó el peluquero. “Mira, José, ¿quién es el albañil?”, le preguntó. “El que va a hacer 20.000 viviendas”, contestó. “Pues sí, somos albañiles porque vamos a construir un mundo mejor y no a destruirlo como ellos”, zanjó Rey con el mono de campaña.
