Opinión

"Se cuidaba mucho, así como tú"

La cabeza indicaba llevar el folio hacia la romería que el PP celebró el sábado en O Pino con la que “Feijóo, sabes que eres un fenómeno”, según le cantaron a coro los militantes entregados, contrarrestó la visita del presidente Pedro Sánchez a A Coruña para impulsar la tarde anterior la candidatura de Inés Rey a la reelección a la Alcaldía.

La mano sugería sacudirle a la raposada urdida por Isabel Díaz Ayuso al impedir al ministro Félix Bolaños ocupar el lugar más destacado de las autoridades durante el acto cívico-militar en homenaje a los héroes del 2 de Mayo en Madrid mientras Núñez Feijóo contaba con sitio de honor reservado, no se sabe si por senador o por líder del PP nacional. Si el desplante a Bolaños lo manda Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, la derecha y una parte de la izquierda estaría pidiendo la aplicación del 155.  

El corazón se encogió al recibir una alerta de mensaje en el grupo de la pachanga de fútbol de los jueves. “Hola: siento mucho comunicaros el fallecimiento, anoche, de Víctor”. El recuento de descalificaciones entre Sánchez y Feijóo, Ayuso y Bolaños sonó a pataleta de cativos consentidos, muy lejos de la rabia comprensible que sentirán las dos criaturas que desde hoy no volverán a ver a su padre.

La noticia dejó la sensación de gol en propia puerta en el grupo de la pachanga. Víctor era un buen futbolista, serio y elegante en el campo, nunca propinó una mala patada. Antes de la pandemia le diagnosticaron cáncer. La sorpresa fue colosal porque era uno los compañeros con aspecto más saludable. Los que teníamos menos relación le perdimos la pista después de curarse. Se borró de la pachanga por cambio de ciudad para disputar la segunda parte de su vida. La parca pitó su final antes del tiempo reglamentario. Sucede en todas partes y en sesión continua, pero escuece cuando te pilla cerca o le pasa a alguien de tu equipo.

La desazón es difícil de camuflar y más cuando el vecino impertinente aparece en el momentos más inoportuno preguntando por lo que no le importa. “Y seguro que se cuidaba mucho, así como tú”, respondió el tipo al escuchar los motivos del careto de velatorio en un intento de defender la lorza. No conviene rifar la salud en el trile pero la suerte juega con el fútbol y con la vida.

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