Opinión

El paro y el pero

Antonio Garamendi tiró de “no está mal” cuando le preguntaron por el mejor mes de abril de la serie histórica para el empleo y el récord de afiliación a la Seguridad Social con 238.436 altas registradas. A continuación pasó a enumerar los peros. “Pero muestre una chispa de alegría”, le diría el que ha encontrado curro, que también es mérito de la patronal y su presidente algo de culpa tendrá.

Claro que “seguimos teniendo paro en España superior a la media europea, y la realidad también es que hay vacantes, es decir, hay sectores que están reclamando gente”, según detalló Garamendi, pero no se puede obviar, para resultar creíble, la resistencia ante un contexto de pandemia, guerra en Ucrania, crisis energética, desabastecimiento de materias primas, inflación y otras erupciones durante los últimos años con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Núñez Feijó mantiene el piñón fijo en su discurso para llegar a la Moncloa. El líder del PP sostuvo desde Sevilla que “cualquier descenso del paro hay que valorarlo de manera positiva” y se centró en los peros. Mientras Feijóo criticaba “el triunfalismo excesivo del Gobierno y exigía “aclarar la divergencia  entre sus cifras y las que maneja la Autoridad Independiente de Responsalidad Fiscal”, aunque el organismo corrigió hace unos días este reproche, la Conselleira de Promoción do Emprego de la Xunta, María Jesús Lorenzana celebraba a través de un comunicado los datos del mes de abril, “la cifra de paro más baja de toda la serie histórica” tomada desde 1996. Lorenzana llevó al Consello de la Xunta para su aprobación un programa con el que pretende cubrir las 15.000 vacantes registradas en este momento por su departamento.

Son dos maneras distintas de interpretar los mismos datos perteneciendo al mismo partido. Con lo fácil que le hubiese sido a Feijóo reconocer los buenos registros y salir del apuro por reconocerle algo al adversario con un socorrido “pues imagínense como serían las cifras si yo estoy en el Gobierno”. Quizá se frenó porque en su primera campaña en Galicia se comprometió a terminar con el desempleo en 45 días. Como líder del principal partido de la oposición en el Estado, Feijóo recuerda a Gonzalo Caballero como secretario xeral del PSdeG: todo estaba mal todo el rato. Así le fue. 

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