La hemeroteca es puñetera y a veces es mejor desnucarse políticamente por un barranco que hacerlo en Twitter. Hay más probabilidades de no ser el protagonista del patio de luces en el supuesto de salir del apuro sin rasguños. A Pedro Sánchez lo espinan, porque es improbable que a estas alturas se ponga rosa por un tropiezo, con un tuit que publicó hace más de cinco años sobre la pasividad belga para formar Gobierno. "Tremendo titular: Belgica necesita mas meses que Irak para formar gobierno", escribió literalmente. La dejadez con las tildes hay que disculpársela porque en aquellos tiempos no caminaba cortejado por asesores, expertos, palmeros o amigos sobrevenidos.
Pues sí, es tremendo pero, como Vicente del Bosque le enseñó a este chófer de anécdotas cuando todavía entrenaba al Real Madrid, "en esta vida hay que jugar lo mejor posible y fanfarronear lo indispensable". Irak estuvo nueve meses con vacío de poder, a Bélgica le llevó 541 días encontrar Ejecutivo sin que le fuese nada mal y España anda por los 285 jornales sin más sobresaltos que los previsibles. Podemos superar a los belgas con un par. Ya deslizan voces autorizadas del PP que la sesión de investidura podría celebrarse después de las elecciones gallegas y vascas el 25 de septiembre. Que es sólo una sugerencia, podrán decir mañana, como Pedro Sánchez puede agarrarse a que una situación así no la preveía ni el que controlaba y controla a los espías, pero suena a que dependiendo de lo que suceda el 25-S ya vamos viendo la fecha.
Nuestras elecciones son olímpicas. Llegas al abrevadero después de un chapuzón helado en el Atlántico y en vez de estar la tele con la antesala de los Juegos de Río te endiñan a los predicadores de todo el año para que acabes dudando de si estamos en agosto. El personal empieza a estar hasta el gorro de la piscina de unos tipos que se empeñan en que nos desconectemos de la política por aburrimiento.
Que sea ya. La investidura, las elecciones... Y si hay que volver a las urnas, se presupone que la peña tendrá la oportunidad de votar a otros candidatos porque con los mismos habría que elegir entre la misma incompetencia. Y que ninguno se crea que la peña se harta de votar. Se cansa olímpicamente de lo mismo.
