Opinión

Un ruso en A Gudiña

Imagine el careto de un camionero moscovita cuando en A Gudiña un agente de la Guardia Civil lo obliga a parar porque la nieve en las carreteras de la estepa es encaje de Camariñas en comparación con la manta que cae por aquí. Ríase usted de los Urales. No fue una emboscada. Los servicios meteorológicos llevaban días advirtiendo de que la primera gran nevada llegaba con retraso pero sería generosa. Aunque es difícil negociar con el clima, que dos centenares de coches queden atrapados en la A-52 da una imagen más de pereza que de falta de medios. Que a 2.200 rapaces de 37 centros educativos de Ourense y Lugo se les suspendiese la clase o que aldeas de la montaña puedan quedarse aisladas resulta comprensible, pero que una de las principales arterias de la comunidad se paralice por una nevada anunciada tiene una explicación difícil de colar.

"Hay que entenderlo, el país está en funciones", podría disculparse cualquiera de los embajadores españoles en una de las cuchipandas informales por las frías tierras de Europa cuando uno de los invitados le preguntase sobre el fenomenal colapso en las carreteras del noroeste por una nevada que en Rusia quedaría de insignificante con muchas probabilidades. Y si el embajador tiene la potra de que a su interlocutor le interesa más la climatología que las tormentas políticas, también podría añadir para sacudir la imagen de improvisación que gobernar por estas retorcidas tierras es muy complicado; cuando no es la nieve es la niebla la que cierra en pleno verano otra autovía por la que quizá también tenga que regresar el camionero ruso que fue parado en A Gudiña.

El país empieza a estar también en funciones o a la espera. La oposición no sabe si será Gobierno y el presidente del Gobierno puede no estar siquiera en la oposición. La incertidumbre está contagiando a las comunidades autónomas. Resulta sorprendente que las fuerzas de la oposición en Galicia no hayan pedido alguna explicación sobre el protocolo que las distintas administraciones siguen con las máquinas quitanieves durante un temporal, máxime cuando se trata de año electoral y por vientos más débiles se han izado velas mayores. Igual hay que decirle al camionero que aquí nos cercioramos antes de malgastar en quitanieves.

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