Opinión

El velatorio de la 'Pokemon'

Nada como un velatorio para ponderar lo que piensa el personal de las noticias del día. La finada era una mujer que se acercaba a los cien años, su vida había sido plácida y su muerte dulce. Los deudos se tomaron el deceso con resignación biológica y los amigos que acudieron a dar el pésame no tuvieron reparos en entretenerse con una animada tertulia sobre la operación 'Pokemon' que instruye la jueza de Lugo Pilar de Lara para espantar las vacías horas de espera hasta las exequias.

La peña ha pasado del estupor inicial por un caso de sobornos que salpica a las principales ciudades gallegas, salvo Vigo, y a tres fuerzas políticas a pensar que en este bocata hay más pan que chorizo. Examinando las cuantías con las que, presuntamente, la empresa Vendex pretendía sobornar a los políticos para conseguir concesiones, queda la sensación de que un tipo no se mancha ni arriesga una carrera cómoda por una mordida de 3.000 o de 7.000 euros.

"Parece que van a por los pardillos mientras los que de verdad se lo han llevado a esgalla siguen a lo suyo y sacando tajada", comentó un tipo juicioso y bien informado. Y no se refería precisamente al porrón de eurodiputados que han suscrito un fondo de pensiones que opera a través de una SICAV en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Si bien puede ser cierto que a los poderosos casi nadie se atreve a tocarles el flequillo, también convendremos que la 'Pokemon' desvela una manera de actuar que está instaurada en una sociedad que miró hacia otra parte mientras el frigorífico estuvo repleto y el depósito del coche lleno. Pregúntenle a cualquier contratista o promotor de medio pelo por las chanchulladas que ha tenido que pasar para conseguir un permiso de obra. Vendex en sólo un paseo de quince días se dejó, según el sumario, 47.000 euros antes de las pasadas elecciones municipales. La jueza reclama a PP, PSOE y BNG que documenten las donaciones recibidas en 2011. Puede que el único contable concienzudo fuese Bárcenas.

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