Décimo Junio Bruto no cruzó este año el “Lethes”, pero rompió con su mito

Las restricciones sanitarias no impidieron celebrar el Esquecemento, pero sí cumplir con la tradición de atravesar el río

Xinzo de Limia se retrotrajo este domingo al año 137 antes de Cristo para revivir la batalla que enfrentó a romanos, interesados en la conquista de Gallaecia, con los “castrexos”, que aguardaban al otro lado del río Lethes, el río del “esquecemento”. En torno a él pervivía el mito de que quien atravesase sus aguas perdería la memoria. El general Décimo Junio Bruto, firmemente convencido en “chegar a onde ningún romano chegou antes”, persuadió a sus hombres para “facer historia” y conquistar las riquezas galaicas. Con el estandarte romano empuñado, se convirtió en el primero en cruzar el Lethes y, al llegar a la otra orilla, llamó uno a uno a sus soldados para demostrarles que todos sus recuerdos permanecían intactos. Fue el inicio de una conquista que les llevaría cientos de años. 

Los limianos se reecontraron con su historia en el tercer día de una fiesta, la Festa do Esquecemento que, debido a la situación sanitaria, tuvo que celebrarse en un formato reducido con el objetivo de poder controlar los aforos. Civitas Limicorum teatralizó sobre un escenario instalado en O Toural lo que, en otros años, ocurría en el propio río Limia ante miles de personas. De esta manera, Décimo Junio Bruto no pudo cruzar el Lethes, pero sí dejar constancia de la desaparición de su mito. “É o acto máis importante da festa e polo menos queríamos recordalo e deixar constancia del”, explicaba Mercedes Rodríguez, de la directiva de Civitas Limicorum. “Este ano tampouco houbo batalla para evitar a acumulación de xente e poder garantir así as distancias de seguridade”, añadía. 

Pese a todo y a diferencia del pasado año, Xinzo pudo celebrar una de sus fiestas más emblemáticas durante todo el fin de semana, congregando a “máis xente da que agardábamos”, tal y como aseguraba Mercedes Rodríguez. Espectáculos circenses, un mercado con una veintena de puestos, un “escape room” y una noria para los niños completaron la oferta festiva que terminó con un espectáculo de fuego.

Te puede interesar