Dolores Rico, profesora de baile en Xinzo, acaba de abrir una academia en esta localidad, situada en el Multicentro y denominada Colectivo Danzón A Limia, nombre que toma de este grupo, con sede en Santiago, al que pertenece.
¿Por qué surgió la idea de abrir esta academia de baile en Xinzo?
Llevo dando clases siete años en Xinzo. Comencé en la discoteca Tizzas y el Casino. Después, las trasladé a los pubs 100 copas y El Berlín, que fueron mi segunda casa. Pero está claro que cada cosa es para la suyo y decidí emprender este proyecto viendo que, realmente, hay una pequeña cantera de bailarines en esta zona, que se fue creando con mucho esfuerzo, porque cuando empecé a dar baile en Xinzo, muy poca gente se animaba.
¿Cuántos alumnos tiene?
Abrí el viernes y son 100 las personas que acuden a las clases (jueves, viernes y sábado), desde niños hasta personas mayores. La gente joven se inclina por los bailes latinos (principalmente, merengue, bachata y salsa), mientras que los mayores optan por el vals, el tango y el paso doble. Como la apertura ha sido tan inminente, la gala para inaugurarla será en Navidad.
Una de las novedades de esta academia es que imparte bailoterapia...
Sí. Esta modalidad comenzaré a darla en las próximas semanas. Es una técnica moderna de expresión corporal cuyo objetivo principal es ofrecer una alter nativa sana, fácil y divertida de hacer ejercicio mediante la modalidad del baile, donde no se necesita pareja, ni saber bailar y no tiene límite de edad. El fin es desconectar del mundo exterior y de los problemas que todos tenemos.
¿Ha sido difícil materializar este proyecto?
Hoy hay mucha gente bailando en Xinzo y estoy muy orgullosa de mis alumnos y sus progresos ya que, realmente, tengo algunos muy buenos. Pero sin duda, fue un camino de lucha y esfuerzo ya que es cierto que nadie es profeta en su tierra y me ha costado mucho tener ahora esa cantera de bailarines. Para ellos y por ellos puse en marcha esta academia.
¿Qué significa para usted el baile?
El baile es un medio de expresión corporal pero, sobre todo, una válvula de escape que ayuda a apartar los problemas cotidianos. En este momento, está de moda, se dedica más gente a la docencia, pero los comienzos fueron duros. Pienso que para ser un buen profesor es necesario cuidar el nivel de perfeccionamiento y reciclaje que exige la profesión.
Llevo dando clases siete años en Xinzo. Comencé en la discoteca Tizzas y el Casino. Después, las trasladé a los pubs 100 copas y El Berlín, que fueron mi segunda casa. Pero está claro que cada cosa es para la suyo y decidí emprender este proyecto viendo que, realmente, hay una pequeña cantera de bailarines en esta zona, que se fue creando con mucho esfuerzo, porque cuando empecé a dar baile en Xinzo, muy poca gente se animaba.
¿Cuántos alumnos tiene?
Abrí el viernes y son 100 las personas que acuden a las clases (jueves, viernes y sábado), desde niños hasta personas mayores. La gente joven se inclina por los bailes latinos (principalmente, merengue, bachata y salsa), mientras que los mayores optan por el vals, el tango y el paso doble. Como la apertura ha sido tan inminente, la gala para inaugurarla será en Navidad.
Una de las novedades de esta academia es que imparte bailoterapia...
Sí. Esta modalidad comenzaré a darla en las próximas semanas. Es una técnica moderna de expresión corporal cuyo objetivo principal es ofrecer una alter nativa sana, fácil y divertida de hacer ejercicio mediante la modalidad del baile, donde no se necesita pareja, ni saber bailar y no tiene límite de edad. El fin es desconectar del mundo exterior y de los problemas que todos tenemos.
¿Ha sido difícil materializar este proyecto?
Hoy hay mucha gente bailando en Xinzo y estoy muy orgullosa de mis alumnos y sus progresos ya que, realmente, tengo algunos muy buenos. Pero sin duda, fue un camino de lucha y esfuerzo ya que es cierto que nadie es profeta en su tierra y me ha costado mucho tener ahora esa cantera de bailarines. Para ellos y por ellos puse en marcha esta academia.
¿Qué significa para usted el baile?
El baile es un medio de expresión corporal pero, sobre todo, una válvula de escape que ayuda a apartar los problemas cotidianos. En este momento, está de moda, se dedica más gente a la docencia, pero los comienzos fueron duros. Pienso que para ser un buen profesor es necesario cuidar el nivel de perfeccionamiento y reciclaje que exige la profesión.
