A LIMIA

Recuperación de un humedal para refugio del avefría

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photo_camera Varios participantes en los trabajos de recuperación del humedal.

Dieciocho personas acondicionan una parcela con el fin de facilitar la reproducción de esta especie.

Dieciocho personas llegadas desde Santiago, Pontevedra, Vilargarcía, entre otras localidades, participaron ayer en la jornada conmemorativa organizada por la sección antelana de la Sociedad Gallega de Historia Natural en la localidad de Vilaseca, Trasmiras. Lo hicieron, de la manera habitual que suelen hacerlo, poniéndose a trabajar, como en este caso, en una parcela llena de matorral que recuperaron para convertirla en un cauce que favorezca la reproducción de una especie animal en peligro de extinción, el avefría. 

La jornada de convivencia y trabajo arrancó a las nueve de la mañana. Desde el punto de concentración fijado, se desplazaron a la propiedad adquirida tras el reparto de la concentración parcelaria en la zona. Allí, los 18 voluntarios, la mayoría socios de la Sociedad Gallega de Historia Natural, participaron en la recuperación del humedal Antonio Villarino. La organización había previsto el extendido de las montoneras de tierra vegetal en las orillas del cauce creado al efecto en anteriores salidas campestres. 

En la finca, precisamente para facilitar un hábitat adecuado a esa avefría, se construyó una charca de unos 650 metros de largo y unos siete de ancho, con leves pendientes, con el propósito de que contenga agua en determinadas épocas del año. La técnica fue importada de Inglaterra, y con buenos resultados para la recuperación de una especie de la que sola entre doce y quince parejas reproductivas se conservan en Galicia, y de ellas una decena se ha avistado en Xinzo. 

CAMBIO DE ASPECTO

Los trabajos que ayer intentaban concluirse se iniciaron en el mes de diciembre del pasado año, con la retirada de más de cuarenta camiones de tierra -en esa labor colaboró activamente el Centro de Desenvolvemento Rural O Viso- en el humedal Antonio Villarino, que en la actualidad presenta una imagen nada parecida al momento de la adquisición de la parcela, toda llena de matorral. Todos los participantes celebraron además una comida campestre con las aportaciones culinarias de cada uno.

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