El templo de San Benito se elevó a santuario el día del patrón de Allariz

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, se encargó de bendecir la Puerta Santa y de dar comienzo al tiempo jubilar

Coincidiendo con el aniversario de su fallecimiento, el 21 de marzo del año 547, el patrón de Allariz, San Benito, recibía -en la víspera de dicha conmemoración- la devoción de los fieles en su día. Sin embargo, la de ayer era una celebración muy especial: el templo que lleva su nombre ascendía oficialmente a santuario diocesano y el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, se encargaba de bendecir y abrir la puerta de esta iglesia que, tras beneplácito de la Penitenciaría apostólica, concederá indulgencias plenarias a los católicos desde este momento y hasta el próximo 11 de julio, segunda cita en el año para conmemorar al patrón alaricano. Para ello, los fieles tendrán que cumplir, eso sí, con los pertinentes requerimientos religiosos: visitar al Santo, rezar por las intenciones del Papa, confesarse y comulgar.  

La imagen de San Benito partía a media tarde, entre la marcha de la Unión Musical de Allariz y las campanas del Convento de Santa Clara, en una procesión encabezada por la Virgen de Vilar de Flores que lograba congregar a centenares de fieles y, por primera vez, a todos los estandartes -una veintena- de las parroquias de Allariz: Santiago de Allariz, San Torcuato, Torneiros, Santa Baia, San Mamede, Queiroás, Vilar de Flores, Seoane, Convento de Santa Clara, San Martín de Pazó, Coedo, Meire y Espiñeiros. Manuel López, de la Asociación de Amigos de San Benito, celebraba el hito: “Cada parroquia de Allariz ten o seu estandarte. Quixemos xuntalos porque declaran a Igrexa de San Benito como santuario”. 

La comitiva, que daba la vuelta al Campo da Barreira y entraba por la alameda, la cerraba el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, y el párroco de la villa -junto a Fran López-, Adrián Rodríguez: “Hoxe -por ayer- comeza o periodo xubilar. É un día alegre e feliz. Esto supón un recoñecemento á igrexa de Allariz e tamén para a importancia que ten San Benito neste lugar”, señalaba el sacerdote antes de comenzar con los actos. 

A su llegada al santuario diocesano, el obispo ourensano bendecía la puerta -engalanada con flores para la ocasión- y que se erigía como “la puerta de la misericordia”, que venía a significar “el corazón de Cristo”, tal y como precisaba una de las fieles. 

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, celebraba “con gozo y con gloria” la figura de San Benito, “un hombre distante de nosotros en el tiempo, que buscó la soledad para escuchar a Dios. Se convirtió en patriarca de occidente y patrono de Europa con un sinfín de santuarios santificados por su presencia”.

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