Baños de Molgas fue el lugar escogido para alojar a los recién llegados, con la idea de que sus familias pudieran instalarse en la villa una vez regularizada la situación y firmados los contratos de trabajo. Cumplidos los nueve meses desde el inicio del programa esta parece ser la parte que mejor ha funcionado.
Los profesionales acuden a su formación en un aula del CEIP que el Concello les ha cedido y su integración, desde la perspectiva del Concello, va por buen camino. “Danlle dinámica ó pobo e repercute no gasto dos comercios e bares”, comentaba Manuel Fernández, el alcalde de Baños de Molgas: “Estiven con dous do primeiro grupo e un deles trouxo á parella e outro ás dúas fillas”, añadía, confirmando que las familias comienzan a reunirse.
“Ademáis son perfís de xente nada problemática”, apostillaba el regidor. Otro de los problemas existentes para los recién llegados es el acceso a la vivienda. “É certo que temos o hándicap das casas de aluguer, que non hai oferta, nin para esta xente nin para nadie”, lamentaba Manuel Fernández.“A xente prefire vender antes que alugar”, concluye.