El tramo viario que divide los núcleos de Vilameá y A Devesa es otro de los puntos que preocupa al grupo de gobierno, dada la velocidad a la que pasan muchos conductores pese a existir una limitación de 50 kilómetros por hora.
El Concello de Lobios ha solicitado por escrito la mejora de la seguridad para los vecinos y peatones en varios puntos de la carretera
OU-312 entre la capitalidad y la parroquia de Santa María de Riocaldo. La alcaldesa de la localidad, María del Carmen Yáñez Salgado, explicaba que a raíz de las obras de construcción de varias sendas peatonales efectuadas por la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) en el citado vial a su paso por la localidad "hemos solicitado la instalación de bandas rugosas que hagan más seguro el tramo entorno a la última curva", en las inmediaciones de la antigua sede de Cruz Roja.
El tramo viario que divide los núcleos de Vilameá y A Devesa es otro de los puntos que preocupa al grupo de gobierno, dada la velocidad a la que pasan muchos conductores pese a existir una limitación de 50 kilómetros por hora. "Los niños tienen que cruzar la calzada para acceder a la marquesina de autobuses y los vecinos para ir a la capilla de Santa Lucía o a las fincas que poseen a uno y otro lado", relata Yáñez Salgado, sobre una situación que hace tiempo que preocupa a los lugareños.
La petición recoge la necesidad de instalar "cualquier elemento que ayude a evitar una posible desgracia: bandas rugosas, señales luminosas,... que disuadan a los conductores ", comentaba la regidora.
