BAIXA LIMIA

Medio Rural recuperará las zonas afectadas por el fuego en la Baixa Limia

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photo_camera Un momento de la reunión presidida por Tomas Fernández-Couto ayer en Lobios.

Asumirá las labores de restauración del terreno y la reposición de las infraestructuras afectadas 

La retirada de la vegetación afectada y la puesta en marcha de medidas para evitar la erosión del suelo y el arrastre de cenizas centrarán las acciones que la Consellería do Medio Rural e do Mar llevará a cabo en los terrenos afectados por los incendios que, a principios de septiembre, calcinaron más de 4.000 hectáreas (según datos oficiales) en distintos incendios en Lobios, Entrimo y Muíños.

El director xeral de Ordenación e Produción Forestal, Tomás Fernández-Couto, presidió la reunión que ayer se celebró en Lobios con alcaldes y representantes de las comunidades de montes afectadas. "Ha sido una primera reunión para explicarnos las actuaciones que se van a hacer con más premura", reconocía el alcalde de Entrimo, Ramón Alonso, al tiempo que trasmitió la angustia de los ganaderos de la zona que se han quedado sin pastizales. "Ahora están tirando de las reservas que tenían para el invierno, pero no saben que pasará después", dijo. En este sentido, los técnicos presentes en la sala informaron de la puesta en marcha de una nueva orden de ayudas para particulares y asociaciones que se hayan podido ver afectadas "y en las que entrarán explotaciones ganaderas y forestales", matizaban desde el departamento autonómico.

Durante el encuentro, los técnicos también confirmaron a los presentes que la Consellería do Medio Rural se hará cargo del arreglo de todas aquellas infraestructuras (cercas, edificaciones,...) y servicios (principalmente abastecimientos de agua) afectados por los incendios. "Es una buena noticia", confirmaba la alcaldesa de Lobios, Mari Carmen Yáñez, que explicó que en Quintela, los vecinos se están abasteciendo de un pequeño manantial al quedar afectada la traída principal. En el caso de Olelas, el alcalde de Entrimo recordaba que todavía hoy se siguen llevando periódicamente cisternas de auga al pueblo al quedar dañadas las canalizaciones y el propio manantial.

Otra de las cuestiones que preocupa a regidores y comuneros tiene que ver con la prohibición de pastar en el terreno afectado durante un tiempo determinado, así como los plazos a la hora de invertir el dinero obtenido por la venta de la madera. Aspectos que, el propio Fernández-Couto, aseguró que estudiarán y que tratarán de ser flexibles.

A partir de la semana próxima está previsto que un equipo técnico se desplace a la zona para conocer sobre el terreno las necesidades y elaborar un estudio de las actuaciones a realizar. "La intención es que los trabajos comiencen cuanto antes", reconocían desde el departamento autonómico.

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