Una bofetada al cine

Se esta hablando y hablando de la bofetada de los Oscar, unos a favor y otros en contra de un suceso que ha causado una profunda conmoción y que ha eclipsado, en cierto modo, la ceremonia de la entrega de los premios más populares del cine. Un lamentable episodio provocado por una broma de mal gusto.

Es incuestionable que no hay ningún argumento para justificar una agresión, como lo es también que determinado tipo de “gracias”, lejos de generar risas deberían tener el rechazo frontal de la sociedad. Hay quienes han tratado de justificar lo injustificable aludiendo al hecho de que el “ingenioso” comentario del presentador estaba en el guión, una circunstancia que no restaría gravedad a lo ocurrido.

Se diga lo que se diga, de lo que no cabe ninguna duda es de que el resultado de esta penosa historia ha sido una auténtica bofetada al cine que ha dado la vuelta al mundo y que ha deslucido la ceremonia de entrega de los premios, porque todos los focos se han puesto en unas imágenes que han dejado en un segundo plano las correspondientes a los grandes triunfadores, entre ellos el del mejor actor protagonista, al propio Will Smith, y el del mejor corto de animación otorgado al madrileño Alberto Mielgo por “El limpiaparabrisas”, que ha evitado, con su éxito, que el cine español se volviera de vacío.

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