carta a mi padre que descansa en paz

Cuánto te he echado de menos este verano, papá.
Ya sé que no tengo edad de seguir escribiéndole 'cartas al aire', escribirte a ti, a la orfandad que me hacia soñar contigo, cuando pasaron unos meses. Al principio no, la película , las condolencias, saber cuánto te querían las personas que habías conocido a lo largo de tu corta vida. Ya te supero en dos años papá. Increíble. Escoro a la izquierda como tú, o escoraba, sin filiación. Ahora milito con los asqueados-indignados con el Gobierno. Cuánto te he copiado papá; a ti, a mamá, a los abuelos, a los tíos, a los primos y demás familia. A Forcas y Parada de Sil entero. Y los de Nogueira de Ramuín.

Ser niña en Forcas me dio más alas que si pusieras a mi disposición un yate, un jet, 20 master, cinco idiomas... El caso es creérselo, dicen en los cursillos: hay que tener la autoestima alta, poder decir no sin ofender, saber que cualquier paciente tiene una biografía detrás, no es un paciente, es un ser humano, un español con D.N.I, como yo, pero yo trabajando llevo un uniforme blanco con el que me localizan todos, pacientes, compañeros, etcétera.

Tu me invitabas a cenar cuando ibas a Madrid y subías las cejas si te decía: 'no papá, hoy pagamos nosotras ¿no ves que trabajamos?'. Nos mirabas con tus ojos verdes ya tan cansados y decías que tu también trabajabas, y que por ahora a su hija y a dos amigas podías invitarlas a cenar. Qué ahorráramos un poco, aunque como todos fuimos jóvenes, se entienden las ganas de viajar (hay pápá, decías cada cosa que parecías el Che Guevara sin uniforme y tranquilito).

Me emociona eso, papá, Francisco González Novoa, de Forcas, Parada de Sil. Desde hace 15 días ando durmiendo mal. No doy crédito. Regresé del D.F; llego a Vigo el 25. Ya en casa veo por la tele 'El tren' (de mis cursillos de emergencias y urgencias sanitarias: siempre el ejemplo de un tren que descarrila... uf, no, de ahora en adelante que digan un terremoto o un maremoto, por favor, que aún me retumba lo de 'la culpa fue del maquinista' que escuché en Santiago el día 26. Que asco me dio la mujer que lo dijo, que asco, que asombro de gobernantes, de príncipes pintando la mona y no dejando descansar a los del pueblo de Angrois. Si home si, que dirían los ancianos de mi pueblo o de cualquier pueblo gallego. No les gusta la palabra héroes, ni quieren monumentos, quieren que los dejen en paz, y parece que nadie entiende eso en estos tiempos de ladrones de guante blanco, que pasean tan panchos, que salen en el periódico y en la televisión porque robaron dinero del Estado español. O sea, le robaron a todos los españoles... y nada, se van de veraneo y posan a la prensa y ni tienen ganas de esconderse ni nada. Tan anchos . 'Ancha es Castilla', que decía la abuela).

Pero no quiero que te preocupes, papá, comparado con los gobernantes actuales siempre serías un bicho raro, sobre todo por honrado, y por andar diciéndole a la hija siempre: 'puedes ser de izquierdas o de derechas, o de nada, las ideas son una cosa, se puede discutir, pero las personas son otra. Y a las personas hay que tenerles respeto siempre'.

Si, papá, lección aprendida, y creo que tatuada en la conciencia. Lo malo es que yo ahora ya estoy pasada de moda, por andar repitiendo cosas que me aprendí en casa. Está de moda robar, presumir, prestar dinero a los parados al estilo judío, contar mentiras por deporte, etcétera. No quiero amargar tu descanso, que buena falta te hacía. Esperáme , que como aquí no nos vamos a quedar nadie, no sé cuando, pero volveremos a estar juntos de charleta en un bar, un camión, o en Venus. Eso me da igual. Lo que me importa eres tú... y yo no entiendo nada.

Te puede interesar
Más en Cartas al director