¿Deja Feijóo huérfana a Galicia?

No hay nadie imprescindible, y en política tampoco. Pero es verdad que existen huecos difíciles de cubrir a corto-medio plazo. Es el mismo problema que puede tener cualquier empresa cuando un buen director general o gerente de la misma se va dejando el listón en máximos de facturación, beneficios y empleo. El caso es que Feijóo va a dejar próximamente la Presidencia de la Xunta tras ganar por mayoría absoluta todas las elecciones a las que se ha presentado. Y el interrogante ahora es, será, si su sucesor es capaz de obtener los mismos resultados con un BNG que cotiza al alza y un PSdeG que con Formoso al frente ha conseguido frenar la sangría de votos, lo cual le está permitiendo remontar, aún muy levemente, sus apoyos electorales. Está claro que las próximas elecciones municipales van a ser clave y determinaran sin duda alguna el próximo color político del sillón de presidente, o presidenta, de la Xunta. 

A priori, el escenario municipal en las siete grandes ciudades de Galicia se le antoja muy difícil al PPdeG. A día de hoy solo gobiernan en la ciudad de Ourense, y es en coalición con un alcalde “letal para la ciudad”, como manifestó el propio Feijóo hace tres años. Lo cual los va a penalizar drásticamente en esta ciudad, sí o sí, aunque presenten de candidato o candidata a Rita la cantaora. Si mantienen los siete concejales actuales ya se pueden dar con un canto en los dientes, aunque pienso que ni eso van a conseguir. En el resto de ciudades, con alcaldes consolidados como son los casos de Vigo, Santiago y Pontevedra, o con alcaldesas como las de Lugo y A Coruña, donde a priori parece que podrían revalidar sus alcaldías, pues la única posibilidad de recuperar una ciudad la veo en Ferrol. Aunque ya se sabe que, en política, como en la vida, todo puede cambiar drásticamente de un día a otro, y más en los tiempos que nos ha tocado vivir. 

Y si analizamos las diputaciones provinciales, pues prácticamente más de lo mismo, únicamente gobiernan con mayoría la de Ourense, mientras en las otras tres provincias se antoja complicado el recuperarlas, y solo la de Lugo es la que se les podría poner a su alcance. Y es que el PPdeG ha perdido los gobiernos locales de numerosos municipios de tipo medio. Por ejemplo, en Ourense, no gobiernan en Allariz, Barbadás, Xinzo, Ribadavia, O Barco, O Carballiño, Verín... y la misma tónica en diferentes municipios con número de habitantes similares en toda Galicia. En definitiva, nadie duda -por lo menos yo-, que el Partido Popular de Galicia volverá a ganar las próximas elecciones autonómicas, pero intuyo complejo que se consiga la mayoría absoluta que les permita gobernar. 

Por eso mismo deben tener un Congreso antes de las próximas elecciones autonómicas -y creo que deberían tenerlo antes de las municipales-, donde los principales líderes o lideresas del partido deberían optar a la Presidencia y de facto convertirse en candidato o candidata a presidente de la Xunta. Y no está mal recordar que, a día de hoy, el único líder que tiene el partido en Galicia al frente de un gobierno provincial -con experiencia de gestión contrastada y con una trayectoria política sólida y resolutiva- es el actual presidente de la Diputación provincial de Ourense, José Manuel Baltar. 

Y por supuesto, quiero aprovechar esta columna de hoy para desearle lo mejor a Feijóo en su nuevo reto como presidente del Partido Popular de España. Y a Ayuso, por poder celebrar su Congreso en la Comunidad de Madrid en tiempo y forma, y que así pueda ser lo que ya son todos los presidentes autonómicos del PP, y que no es otra que poder presidir el partido de su Comunidad Autónoma. Lo demás ya se irá viendo con el devenir político de nuestro país, España.

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