Hace unos días leía un comentario en el diario La Región de que el 90 por ciento de los españoles estaban convencidos de que España es un país corrupto, y la verdad es que ingredientes no nos faltan para expresar dicha opinión, la cual permanecerá en el tiempo, dada la existencia de control, transparencia y cultura democrática de la clase política que tenemos, así como unas instituciones públicas colapsadas, como el poder judicial, el cual no se si es por falta de jueces, medios técnicos o leyes apropiadas y eficientes, los casos de corrupción se acumulan año tras año en los juzgados, indignando y escandalizando a la ciudadan?
Hace unos días leía un comentario en el diario La Región de que el 90 por ciento de los españoles estaban convencidos de que España es un país corrupto, y la verdad es que ingredientes no nos faltan para expresar dicha opinión, la cual permanecerá en el tiempo, dada la existencia de control, transparencia y cultura democrática de la clase política que tenemos, así como unas instituciones públicas colapsadas, como el poder judicial, el cual no se si es por falta de jueces, medios técnicos o leyes apropiadas y eficientes, los casos de corrupción se acumulan año tras año en los juzgados, indignando y escandalizando a la ciudadanía, que no percibe que la malversación de fondos públicos o privados vuelvan a las arcas públicas en su totalidad, llámense Gurtel, Palau, Eres, Faisán, Nóos, Pokemon, etcétera.
Mientras no se ponga fin a estas corruptelas con sentencias rápidas y ejemplares, es difícil devolver la credibilidad al ciudadano de a pie, que sigue creyendo que la justicia no es igual para todos, afectando a su vez a la marca España que muchos pregonan, mientras este país es portada de escándalo tras escándalo en la prensa nacional e internacional, donde lamentablemente los principales partidos políticos implicados en este maremágnum utilizan todos ellos su modus operandi para financiarse y otros menesteres, según sea su cuota de poder. En vez de buscar soluciones para eliminar estas prácticas, parece que se sienten impunes, limpios de todo pecado, y tanto el partido en el gobierno como los de la oposición dan la impresión de una total incapacidad y falta de voluntad para salir de este embrollo. Es más, ante el temor de que estos casos terminen con su ya poca credibilidad, nos entretienen cono debates estériles y las frases típicas 'y tu más' o 'todo lo que se dice es falso'.
Mientras no se ponga fin a estas corruptelas con sentencias rápidas y ejemplares, es difícil devolver la credibilidad al ciudadano de a pie, que sigue creyendo que la justicia no es igual para todos, afectando a su vez a la marca España que muchos pregonan, mientras este país es portada de escándalo tras escándalo en la prensa nacional e internacional, donde lamentablemente los principales partidos políticos implicados en este maremágnum utilizan todos ellos su modus operandi para financiarse y otros menesteres, según sea su cuota de poder. En vez de buscar soluciones para eliminar estas prácticas, parece que se sienten impunes, limpios de todo pecado, y tanto el partido en el gobierno como los de la oposición dan la impresión de una total incapacidad y falta de voluntad para salir de este embrollo. Es más, ante el temor de que estos casos terminen con su ya poca credibilidad, nos entretienen cono debates estériles y las frases típicas 'y tu más' o 'todo lo que se dice es falso'.