Recientemente se publicaba una noticia sobre la decisión del Concello de Ourense de frenar la compra de un todoterreno para el Parque de Bomberos.Al margen de que la decisión -tanto la inicial de adquisición como la de finalmente dejar el tema pendiente- fuese o no acertada, sorprende que otros parques de la provincia sí dispongan de vehículos de este tipo, más caros incluso que el propuesto para Ourense.
Es el caso del parque de Verín, dependiente de la Xunta, que dispone de un vehículo de mando, aparte de dos todoterrenos, uno de ellos un URO, parecido a un Hummer, que en algunos foros de Internet en los que se cuelgan fotos de vehículos espectaculares es definido como un monstruo en el Parque de Bomberos de Verín. El monstruo se compró en su momento sin ningún tipo de modificación: primer gasto; luego fue carrozado para su uso específico: segundo gasto; y, por último, se invirtió de nuevo en su equipamiento: tercer gasto. En total, un desembolso bastante mayor que en el caso del previsto para Ourense.
Habrá que recordar que el parque de Verín, con menos de 18 bomberos, atiende a una población total de 32.000 personas, y además tiene el apoyo de los Grumir de Verín y Laza, que también cuentan con su propio parque de vehículos. En Ourense se atiende una población cuatro veces mayor y los trabajadores son el triple.
Sorprende, pues, que lo que en algunos lugares es incuestionable, en otros provoque una reacción fulminante, aludiéndose a la necesidad de mantener la austeridad y controlar los gastos. Está claro que si en Ourense el gasto se consideraba exagerado, en Verín ya no es exagerado, es escandaloso. Y dicho esto ¿quién gestiona y aprueba las compras para este Parque de Bomberos? Que alguien responda, porque la gestión de fondos públicos nos interesa a todos.
Habrá que recordar que el parque de Verín, con menos de 18 bomberos, atiende a una población total de 32.000 personas, y además tiene el apoyo de los Grumir de Verín y Laza, que también cuentan con su propio parque de vehículos. En Ourense se atiende una población cuatro veces mayor y los trabajadores son el triple.
Sorprende, pues, que lo que en algunos lugares es incuestionable, en otros provoque una reacción fulminante, aludiéndose a la necesidad de mantener la austeridad y controlar los gastos. Está claro que si en Ourense el gasto se consideraba exagerado, en Verín ya no es exagerado, es escandaloso. Y dicho esto ¿quién gestiona y aprueba las compras para este Parque de Bomberos? Que alguien responda, porque la gestión de fondos públicos nos interesa a todos.
