SARA CRUZ EN EL RECUERDO

n n nHa fallecido Sara Cruz, viuda de Enrique Blanco, militar retirado y algunos años policía local en O Barco.
Hija de Telesforo, el patriarca de los hermanos Cruz, fundadores de 'Coloniales Cruz', más tarde absorbida por Gadis. Madre de nuestros grandes amigos Enrique, Quique, un hombre polifacético: catedrático de medicina en Alemania, escritor y pintor ('Miquique', nombre adoptado en recuerdo de como le llamaba de niño su madre), ya consagrado; y de Mario, Marito, una voz de oro que recordamos con su nombre artístico 'Mario Panza' en los concursos de canto que organizaba la entrañable emisora de radio 'Ondas del Sil'. A los dos, a sus hermanos y familiares, nuestro emocionado recuerdo y deciros que habéis conseguido devolverle una buena parte de ese cariño que de ella habéis recibido, visitándola y mimándola hasta el fin de sus días.

Pero a Sara siempre la hemos admirado por otros títulos. Esposa y madre entregada, trabajando sin descanso para sacar adelante una familia en 'los años del hambre', en los cuarenta. La recordamos siempre bordando o cosiendo, para sus hijos y para quien demandara su habilidad con la aguja. Una de esas mujeres físicamente frágiles, pero también una mujer fuerte, de las que no se arredraban ante ninguna situación difícil con tal de que no le faltara de nada a sus hijos. También la recordamos dando cariño a los compañeros de sus hijos. Aunque estuviera muy ocupada, de hecho lo estaba siempre, la imagen de Sara al llegar a su casa era levantar las gafas para vernos y sonreírnos. No le recuerdo nunca una mala cara o una riña o un reproche. Era una época en que en O Barco se conocían todas las familias y todas o casi todas eran amigas entre sí, se sabía cuando un vecino estaba enfermo o moría, todo lo contrario que en la época actual, desgraciadamente deshumanizada.

Ha tenido Sara la suerte de pasar la meta de los noventa años y la de morir junto a sus seres queridos. Ahora, hasta tanto no volváis a reuniros, ojalá que pasen muchos años, pasas a ser vecina del que ya lo fuera cuando vivías en las proximidades de la iglesia vieja, el Bendito Nazareno.

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