Una afición llena de arte

La belleza, la tradición y el carácter que imprimen las piezas artesanas y naturales se dan cita esta Navidad en Celanova. El bajo del número 13 de la calle San Roque, un edificio de principios del siglo XIX de estilo ecléctico modernista de piedra, es la carta de presentación de Celavella Arte. El espacio para soñar en el que las hermanas Sandra y María José Fernández Gándara han creado temporalmente un lugar de venta y exposición de piezas rescatadas de sus viajes por España, Francia, Italia o Portugal, y restauradas para darles un futuro. "Esto es una afición que esperamos que en algún momento se convierta en una forma de vida, porque pensamos trasladarnos a Celanova y montar una escuela-taller", confiesa José, la mayor de las hermanas que, pese a residir en A Coruña, mantienen vivo su vínculo con su tierra natal. "En Celanova hay mucha gente mayor, y no tan mayor, que tiene muchas horas al día desocupadas y a las que le queremos ofrecer una actividad recreativa, a la vez que posibilitamos que alguien aprenda estas técnicas para que no se pierdan", enfatizan con respecto a la restauración clásica a través de las nuevas técnicas antiguas. El lacado veneciano es una de ellas, pero no la única, porque el taller de las Fernández Gándara es un laboratorio en constante evolución y aprendizaje, utilizando siempre productos naturales: huevos para pintar al temple, pegamentos con cola de conejo o buey, la caseína de la leche para hacer las bases de la pintura y los colores que proceden de tierras naturales procedentes de diferentes países. "Nosotras estamos todo el día haciendo recetas, tengo la nevera de casa llena de botes con cartelitos en rojo con 'no tocar'", comenta Sandra. Seis años de preparación Para llegar hasta aquí, José y Sandra llevan casi seis años de preparación. "Estamos en la escuela Arte 23 Italica con el maestro italiano Luis Miguel Collavizza -el único maestro en Galicia de lacado veneciano-. Sandra también da clases de pintura con Carmen Quiñoá y yo estoy estudiando Historia del Arte en la universidad", confiesa José. Un centenar de artículos de decoración y muebles, con precios desde 5 a 400 euros, componen el primer catálogo de Celavella Arte, un proyecto personal en el que José y Sandra se han sentido arropadas por todo el pueblo. "Desde Fernando Castro, que con su generosidad y cariño nos ayudó desde el minuto uno dejándonos de forma altruista el bajo, hasta nuestro 'Equipo A' que son nuestras amigas. Pero es que aquí participó todo el mundo: el que no venía con el café, venía con el martillo", describen emocionadas y sobrecogidas también por el reconocimiento a su trabajo, al ver como de muchas de las piezas cuelga ya un cartel de 'vendido'. "Con esto se abrieron todos los fallados de Celanova y se volvió a mirar al mueble retirado del abuelo que todos tenemos en casa. Una vecina me dijo 'tengo un jarrón como el vuestro, lo voy a sacar'", comentaban Sandra y José. Con la salvedad de los adornos navideños de la marca Goodwill, que decora los palacios europeos como el de Versalles, los artículos de Celavellarte son "piezas únicas, con alma, vivas, rescatadas de un par de generaciones atrás", describen sobre los muebles auxiliares de entre 1870 y 1920, restaurados o lacados, listas para incorporar a sus nuevos hogares, con independencia del estilo. "Son muebles con personalidad, clase, que potencian el conjunto y le dan carácter a la estancia y también un toque entrañable", describe José, recordando que se trata del patrimonio rescatado de nuestros ancestros. Celavella Arte permanecerá abierto hasta el 5 de enero, de lunes a viernes, en horario comercial, y los domingos, por la mañana.