A las diez de la mañana, las cafeterías del centro estaban abarrotadas y, a mediodía, en los aparcamientos no cabía un alfiler; si embargo, las fuertes lluvias restaron afluencia de visitantes, tanto al mercado, como a la “Feira da Oportunidade”, que lleva 15 años fomentando las compras y visitas a Celanova en Jueves Santo. “La valoración es positiva; para el tiempo que estamos teniendo, de diez”, dijo Julio Gosende, organizador del evento, que contó con clientela local y visitantes de Santiago, Bilbao o Madrid de vacaciones en la “terriña” para ver a la familia “y aprovechar para renovar el armario, la ropa está muy bien de precio”, apuntaba un matrimonio.
La afluencia fue dispar en una jornada donde tiendas y supermercados abrieron sus puertas para complementar la oferta. “O cambio de ubicación foi acertado. Notamos menos afluencia, porque as condicións meteorolóxicas non son as mellores, pero vexo xente e mercando”, dijo Julio Alonso, de Quesos Feijoo.
La feria fue un anticipo del fin de semana con la Festa da Faba, la feria antigüedades y la primera concentración motera. “El tiempo nos va a acompañar más que hoy. Haremos 800 raciones de fabas y ya tenemos unas 300 personas para comer los dos días”, dijo Gosende, de los cuales 120 serán los motoristas de la “xuntanza” que participarán en una ruta turística por Celanova y Verea.