Los danzantes interpretaron los pasos de un baile de la época medieval

Una multitudinaria procesión acompaña a la Virxe de O Cristal hasta el burgo de Vilanova

La Virxe do Cristal, seguida por una multitud de fieles, durante la procesión ‘do encontro’.  (Foto: Miguel Ángel)
El Santuario de O Cristal, en el Concello de Celanova, recuperó su espíritu mariano en los actos centrales en honor a la Virxe do Cristal. Una multitud de personas llegadas de diferentes puntos de la provincia acompañaron la imagen de la ‘pequeña’ Virgen durante la procesión ‘do encontro’ hasta Vilanova, donde los danzantes interpretaron los pasos del baile del siglo XVII.
El buen tiempo acompañó a los romeros llegados desde distintos puntos de la provincia, en especial de la comarca de Terras de Celanova, para participar en la romería en honor a la Virxe do Cristal. El santuario mariano, ubicado junto a la carretera OU-540, fue sede y testigo que la devoción a la Virxe do Cristal se mantiene viva entre los ourensanos que, a pesar de caer en día laborable, acudieron en masa a la celebración del día grande de la Virgen. ‘Veño tódolos anos ca familia para participar na misa do Cristal’, confesaba con devoción Manuel González vecino de Bande. Él, como la gran multitud que ayer asistió a la misa mayor celebrada al aire libre, buscaron la sombra de la arboleda del campo que rodea al santuario. ‘Hoy hace más calor que en todo agosto’, comentaban dos vecinas de la villa de San Rosendo, a la vez que sacaban del bolso sus abanicos. En un acto litúrgico en el que estuvieron presentes los párrocos del Arciprestazgo celanovés, César Iglesias hizo hincapié en la importancia que tuvo la leyenda que ‘sobre a Virxe máis diminuta do mundo escribiu Curros Enríquez, que hoxe fai 157 anos do seu nacemento’, recordaba el párroco celanovés.

Sin embargo, los actos en O Cristal comenzaron pasadas las once y media de la mañana, con la procesión ‘do encontro’ desde el Santuario hasta el burgo medieval de Vilanova dos Infantes. En la Plaza do Recreo, se representó un emotivo acto del ‘encontro’ en el que San Roque y San Sebastián, reverencian la imagen de la Virgen, en todo momento acompañada por los danzantes de Vilanova, y que, ya en la Plaza Mayor, interpretaron los cuatro pasos centrales de la danza del siglo XVII.

Tras las celebraciones religiosas romeros y vecinos compartieron colas en los puestos de pulpo y churrasco, típicos de las romerías tradicionales, para disfrutar de una jornada que se prologó hasta la noche.

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