El proyecto de rehabilitación de la 'Torre do Reloxo' pactada por los gobiernos central y autonómico saca a la luz nuevos elementos del riºco patrimonio cultural celanovés

La reforma de la torre descubre nuevos secretos en el Monasterio

La maquinaria del reloj construido por Andrés Antelo. (Foto: A.P.)
A los pies de la iglesia de San Salvador, presidiendo el majestuoso monasterio fundado por San Rosendo en el siglo X, se encuentra uno de los elementos patrimoniales más visualizados y, a su vez, más desconocidos del conjunto monacal celanovés. La torre del reloj, también conocida como de las Campanas o los Abades, se alza sobre el conjunto arquitectónico haciéndolo visible desde la lejanía. El repicar de sus horas rige el día a día de los celanovenses, sin embargo son muy pocos los privilegiados que han podido disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece de Celanova y del propio conjunto monacal.
Con el fin de paliar esta situación y hacer de la torre un reclamo turístico más en la visita guiada al Monasterio, el Concello inició hace años el largo proceso para lograr la rehabilitación de la torre. Un proyecto que, a pesar de contar con partida presupuestaria, tuvo que ser retrasado hasta en dos ocasiones para atender necesidades más urgentes en la estructura monacal (como fue el acondicionamiento del retablo mayor o las bóvedas de crucería del Claustro Barroco).

Tras años de espera, ha tenido que ser la ejecución de otra obra paradigmática para el municipio celanovés como es la autovía con Ourense, la que permita la rehabilitación de la torre do reloxo. Xunta y Ministerio de Fomento acordaban a finales de 2010 destinar el 1% cultural a la ejecución de las obras de acondicionamiento y rehabilitación de la centenaria torre compuesta por seis plantas, balconada y una bóveda de piedra.

La vieja estructura de madera, deteriorada con el paso del tiempo, que da acceso a la cúpula será próximamente rehabilitada para permitir su uso a vecinos y visitantes. Un recorrido por el interior de la torre, que se construyó en el año 1588 pero que fue reconstruida en 1768 de la mano de Fray Pedro de Hoyos, permitirá descubrir otra pequeña joya del rico patrimonio local: la maquinaria mecánica del reloj que alrededor de 1830 construyó el famoso artista y relojero, Andrés Antelo Lamas, autor de los relojes de las catedrales de Lugo (1817) y Santiago de Compostela (1831).


ACTUACIÓN BIANUAL

El regidor celanovés, Antonio Mouriño, confía en el inminente inicio de las obras una vez que se ha firmado el protocolo de colaboración entre ambas instituciones. Un acuerdo por el cual el Ministerio de Fomento y la Consellería de Cultura e Turismo se comprometen a aportar al 50% el coste de la financiación de las obras necesarias para su conservación, acondicionamiento y rehabilitación, que asciende a 197.000 euros, distribuidos en las anualidades de 2011 y 2012.

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