CENA BENÉFICA

Suajili con acento celanovés

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photo_camera Sandra Iglesias, Alba Rivas y Sandra Fernández, en el espolón celanovés.

El próximo 26 de noviembre la plaza de abastos de Celanova acogerá una cena benéfica para recaudar fondos para Afrikable, una ONG que trabaja en la isla de Lamu (Kenia) de la que acaban de regresar varias jóvenes de la localidad.

Un mes como voluntarias en la isla de Lamu (Kenia) ha sido suficiente para cambiar la percepción sobre la realidad que les rodea. Así se desprende del relato de las celanovesas Sandra Iglesias y Sandra Fernández que, junto con la pontevedresa Alba Rivas, han participado en un programa de vacaciones solidarias con la organización estatal sin ánimo de lucro Afrikable.

La ONG lleva siete años trabajando por el empoderamiento social y económico de la mujer en Lamu a través de talleres de manufactura, pero también con servicios de atención a la infancia y alimentación. "A experiencia é 100% recomendable e moi positiva", reconoce Alba Rivas, aunque al igual que las dos Sandras, la noticia de su voluntariado sentó como un jarro de agua fría en casa. "Foi un drama. A miña avoa chegoume a dicir que para a viaxe non, pero que se chegaba alí e quería volver, ela mandábame o diñeiro", confesaba Sandra Iglesias.

El contraste cultural y la barrera del idioma no han sido impedimento para que estas tres universitarias llevasen a cabo una intensa labor en el ámbito educativo, "pero también en las cocinas o con las entrevistas a las mujeres. Allí acababas haciendo de todo", asegura Iglesias. Las tardes y los fines de semana los aprovechaban para adentrarse en la cultura local. "O que máis me impactou foi o rol da muller. Non pode traballar nin levar aos nenos ao médico sen o permiso do home", añade Sandra Fernández, que recordaba con más nostalgia los abrazos de los niños que les salían al paso por la calle, el gran número de burros en la isla o la armónica convivencia de tribus antaño enfrentadas (swahili, masai, orma,...) en los terrenos de Afrikable.

Hakuna matata

Sobre su estancia en la pintoresca isla, experiencia que alguna de ellas está pensando en repetir el próximo verano, se quedan con la generosidad y felicidad que irradiaban sus habitantes. "Estaban todo o día co hakuna matata (expresión suajili que significa vive e se feliz) e pole-pole (aos poucos) na boca", reproducen las voluntarias, que en ningún momento llegaron a sentir miedo o inseguridad. "Lamu, a pesar de estar declarada Patrimonio da Humanidade, non está masificada, non hai turismo. Así que os únicos brancos son os voluntarios de Africable ou de Anidan (outra ONG que traballa na illa) e trátannos con moito agarimo", asegura Rivas, si bien reconoce que "Nairobi, onde tamén estivemos, é outro cantar".

Casi sin tiempo para deshacer las maletas, estas tres universitarias comenzaron a idear una campaña para recaudar fondos para el último proyecto de Afrikable, un Centro de Salud Reproductiva y Materna. "Sabemos que a axuda chega e que ademais é moi necesaria", enfatizan las voluntarias inmersas en la organización de una cena benéfica el próximo 26 de noviembre en el mercado celanovés. "Estamos moi contentas pola resposta do pobo, os comercios colaboraron cos carteis e hai bastante xente apuntada á cea", asegura Fernández, al tiempo que anima a los vecinos a acudir el sábado al evento, donde darán a conocer el proyecto y su experiencia personal, pero también habrá sorteos y música a cargo de la Banda de Gaitas de Celanova y DJ Codeso.

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