'Casa de vecinos', una novela que refleja el 'maremagnum' de esta sociedad

Novela actual, urbana, de costumbres y con pinceladas de humor

El escritor y periodista Eugenio Feijóo Alonso (Madrid, 1938) presenta hoy en Santiago éste, su tercer libro, un ejemplar que recoge las vivencias de medio centenar de vecinos de un barrio madrileño, aunque podría extrapolarse a cualquier otro lugar.

"Son las relaciones interpersonales, las envidias, los enfrentamientos, la solidaridad... Todo lo que marca ese follón que se vive en una comunidad de vecinos, y que yo cuento a través de personajes muy variados y atípicos", detalla Feijoo en declaraciones a Efe.

En la obra, según ha explicado su autor, se entremezclan personajes dispares y diversos propios de "la realidad misma" que permiten que el lector se identifique rápidamente con alguno de ellos.

"A pesar de ser una obra urbana hago constantes referencias a las zonas rurales y, debido a mi 'formación' y conocimiento de todo lo gallego, algunos de los personajes son muy típicos de la Comunidad".

"Casa de vecinos" es un relato conformado por historias bonitas, interesantes y entrañables en las que figuras tan variopintas como un afilador ambulante, un pintor fracasado o una cotilla maniática se entremezclan y se combinan en "una amalgama única y particular".

Cincuenta crónicas inspiradas en lo vivido, lo visto y lo pasado por este escritor "casi" ourensano, ya que su infancia transcurrió en una pequeña aldea de esta provincia, Abeleda, a orillas del río Sil.

"Los españoles somos difíciles de gobernar, y si por algo se caracterizan las comunidades de vecinos es por ser ingobernables y por el desorden", enfatiza Feijoo.

De hecho, en esta novela hay un personaje que en una de esas "reuniones interminables" se muere "literalmente de puro aburrimiento", expone.

"Con todo esto lo que pretendía es hacer un análisis de la sociedad, no muy profundo, para ilustrar los tremendos cambios que se producen en ella y que también afectan a las relaciones sociales, personales y familiares. Es evidente que el mundo está cambiando completamente", cuenta Feijoo.

Desde mediados del siglo pasando se vive "una revolución" a nivel mundial que propicia y favorece cambios importantes que afectan a la sociedad española y que ya ilustraba el ferrolano Torrente Ballester cuando decía que los alumnos que pasaban por sus clases no tenían ni idea de la historia y, como no la conocían, se les podía contar cualquier cosa, recuerda este "ourensano de adopción".

"Esta internacionalización y esta uniformización, consecuencia de la globalización, provoca que estemos olvidando nuestra tradición y nuestra historia, que olvidemos nuestra propia identidad. Es lo mismo vivir en Santiago, en Cádiz o en Sidney, hasta la cocina es lo mismo", apostilla.

Eugenio Feijoo tira de un tocayo suyo, Eugenio d'Ors, para remarcar aún más este contexto: "Todo lo que no es tradición es plagio".

De hecho, el autor reflexiona y considera que algunas reacciones de hoy en día, como los nacionalismos, pueden ser consecuencia directa de esta situación: "Querer conservar lo propio, no dejarse arrastrar por costumbres o ideas venidas de fuera, puede ser una de las luchas para dejar de ser ese ciudadano del mundo".

Así, el propio autor destaca que no se trata de un estudio sociológico, sino de contar y retratar "las heridas y llagas" que lesionan y laceran a la sociedad.

"Hay una cosa curiosa y es que, debido a la lucha política, se ha impuesto el 'buenismo', aquí se disculpa todo, se admite todo, y puedes hacer cualquier cosa que siempre habrá alguien que te defenderá", resalta.

Habla así de "los derechos naturales" que todos los días las clases políticas recuerdan a la población, esos servicios que son de recibo por una cuestión de justicia, "sanidad, trabajo, educación", aunque, en realidad, una buena parte no alcanza ninguno, "hecho por el cual se revuelven, y es lo que yo pongo de manifiesto", dice Feijoo.

Este "ourensano de corazón" que desarrolló la mayor parte de su trayectoria periodística en Galicia, está volcado desde hace tiempo en otra de sus grandes "pasiones y vocaciones", la tarea de escritor.

Tras "Un ruiseñor en la abadía" (2011) y "Los silencios de Martina" (2013), presenta su nueva historia basada en "los follones, enfrentamientos y desacuerdos de la realidad misma".

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