El arquitecto y urbanista Manuel de Solà-Morales (Vitoria, 1939), uno de los artífices de la apertura de la ciudad histórica de Barcelona al mar, ha fallecido este lunes en la capital catalana a los 73 años, han informado a Europa Press fuentes del Ayuntamiento.
Con estudio profesional en Barcelona, fue autor de múltiples proyectos urbanos, como la transformación del Moll de la Fusta (1981-1984) y el Plan Especial de la Barceloneta, que firmó en 1983 y dio paso a toda la renovación del Port Vell.
Entre sus edificios destacan la casa Muntaner-Avenir de Barcelona -que diseñó junto a su padre, arquitecto de mismo nombre- y el centro comercial Illa Diagonal, en coautoría con Rafael Moneo, que en 1994 se llevó el premio del Foment de les Arts i del Disseny (FAD).
Otros de sus proyectos urbanos son la renovación del frente marítimo de Tesalónica, en Grecia (1998), la reforma de los 'cantieri navali', que acometió en Génova (Italia) el mismo año, y el proyecto del sector central del 22@ del Poblenou de Barcelona.
Entre sus últimos trabajos están la transformación urbanística de las Casernes del barrio de Sant Andreu de Barcelona (2006-2011) y el nuevo barrio de Torresana en Terrassa (2006-2011).
En los años 70 inició su reflexión sobre Ildefons Cerdà, el Eixample de Barcelona y sobre morfología urbana en general, y la concepción de su ámbito no entendía fracturas teóricas entre arquitectura y urbanismo.
Fue profesor y catedrático de urbanismo en la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y además impartió cursos en las universidades de Cambridge, Harvard y Nueva York, entre otras.
Perteneció a una saga de arquitectos, ya que además de su padre también era arquitecto su abuelo -el reusense Joan Rubió Bellver- y su hermano mayor, Ignasi de Solà-Morales, autor de la reconstrucción del Gran Teatre del Liceu tras el incendio de 1994 junto con Xavier Fabré y Lluís Dilmé.
Entre sus edificios destacan la casa Muntaner-Avenir de Barcelona -que diseñó junto a su padre, arquitecto de mismo nombre- y el centro comercial Illa Diagonal, en coautoría con Rafael Moneo, que en 1994 se llevó el premio del Foment de les Arts i del Disseny (FAD).
Otros de sus proyectos urbanos son la renovación del frente marítimo de Tesalónica, en Grecia (1998), la reforma de los 'cantieri navali', que acometió en Génova (Italia) el mismo año, y el proyecto del sector central del 22@ del Poblenou de Barcelona.
Entre sus últimos trabajos están la transformación urbanística de las Casernes del barrio de Sant Andreu de Barcelona (2006-2011) y el nuevo barrio de Torresana en Terrassa (2006-2011).
En los años 70 inició su reflexión sobre Ildefons Cerdà, el Eixample de Barcelona y sobre morfología urbana en general, y la concepción de su ámbito no entendía fracturas teóricas entre arquitectura y urbanismo.
Fue profesor y catedrático de urbanismo en la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y además impartió cursos en las universidades de Cambridge, Harvard y Nueva York, entre otras.
Perteneció a una saga de arquitectos, ya que además de su padre también era arquitecto su abuelo -el reusense Joan Rubió Bellver- y su hermano mayor, Ignasi de Solà-Morales, autor de la reconstrucción del Gran Teatre del Liceu tras el incendio de 1994 junto con Xavier Fabré y Lluís Dilmé.
