Los jugadores de Peluso, pese a jugar un buen partido, tropezaron con un Boiro que mostró su efectivad en Os Carrís
El fútbol, seguramente como la mayoría de deportes, son estados de animo. Y sino que se lo digan al Barbadás que durante muchas jornadas, subido a la ola buena, ganaba los partidos casi por inercia. Ahora, las cosas cambiaron y la suerte esta en su contra. Ante el Boiro, un equipo con un arsenal exagerado para la Tercera división, hizo méritos para, cuando menos no salir derrotado, pero la pegada de los visitantes es enorme, y con dos zarpazos le fueron suficientes para ganar por 1-2 y llevarse los puntos, aunque inmerecidamente.
El equipo de José Luis Lemos, te asusta solo con verlos, pero una vez que estas sobre el sintético, si le miras a los ojos y le plantas cara, puedes competirles los partidos. Y eso fue lo que hizo el Barbadás, que salió sin miedo alguno. Así a los dos minutos, Isi puso a prueba a Reguero, que tuvo que emplearse a fondo para atajar en dos tiempos el disparo del ourensano. Contraresto el Boiro por medio de Cano con un buen remate que se fue alto. A la media hora Alfredo, que en el partido de ayer volvió por sus fueros, probó fortuna con un disparo que se le fue arriba.
En el minuto 40 estuvo uno de los momentos del partido. Alfredo se fue por velocidad y se plantó solo ante Reguero, pero su disparo raso se fue rozando el palo de la meta visitante. Tras el saque de puerta, el Boiro marcó el 0-1. Cano se fue por banda, centró y Paco en el segundo palo remachó al fondo de la red. El Barbadás vivió la primera crueldad de la tarde de ayer.
Descanso y vuelta a empezar. En la segunda parte, el Boiro salió mas metido y logró el 0-2 en una buena jugada al primer toque que finalizó Yavhé. Ese gol dejó algo tocado al equipo ourensano que tardó en reponerse del golpe. Pero lo hizo. Peluso movió el banquillo, cambio el sistema y los suyos entendieron el mensaje y se fueron arriba. Cada ataque con más fe y más peligro.
Avisó Matelo con un buen disparo que atajó el meta visitante justo antes de que en el 80, Moisés Pereiro hiciera con un preciso remate de cabeza, tras centro de Lamelas, el 1-2 a falta de 10 minutos.
El Boiro pasó miedo
Y en el tramo final, el Boiro paso miedo. Porque el Barbadás se desmelenó en busca del empate. Bien es cierto que en alguna contra pudieron sentenciar los coruñeses, pero no es menos cierto que los azules tuvieron el empate. Alfredo tras sortear a su par, lanzó un disparo que pegó en Sidibé y cambio la dirección. Cuando se colaba apareció la mano salvadora de Reguero para evitarlo. Era el 90 y no quedaba más tiempo.
