El Barco se quedó con uno de los billetes para disputar las semifinales tras superar por 1-0 a un Arnoia que no pudo defender su condición de vigente campeón.
No habían transcurridos 120 segundos que saltaron los plomos sobre la hierba de Calabagueiros. El corpulento Judi se elevó a disputar un balón por alto que terminó cometiéndole falta a Adrián Presas y se armó la discusión no solo entre jugadores de ambos equipos, sino que hasta los entrenadores se dijeron de todo. Todo esto quedó en amonestación para ambos técnicos y el delantero barquense por la infracción.
Esta situación llevó a que la eliminatoria se transformara en un juego áspero, con continuas interrupciones y protestas ante el más mínimo contacto y que esa vorágine fue expulsado el segundo entrenador arnoiés Julio Nóvoa.
Las porterías no pasaron grandes apuros, porque faltaba puntería, especialmente de los locales que tuvieron una en las botas de Javi Pazos, pero su disparo se marchó cerca del palo derecho. La otra oportunidad fue una incursión de Vilachá, que había entrado en sustitución de Sito Cruz muy dolorido en su hombro, cuyo posterior centro al área fue rematado de cabeza débilmente por Carlos Cruz que atrapó sin problemas el portero Borja.
El planteamiento de los visitantes pasaba en esta primera parte por lo que podía generar Rubén Arce, pero jamás llegaron a hilvanar una jugada de peligro.
El buen número de aficionados que acudió a esta cita copera esperaba algo más de los protagonistas, en una jornada que invitaba más a estar tumbado en el sofá viendo una película o serie.
La propuesta del segundo tiempo fue algo más optimista, porque de terminar en empate, el ganador se resolvería en la tanda de penaltis. Precisamente el Barco no quería llegar a esta última instancia y con un juego más fluido y controlando más el balón se fue acercando cada vez más a los dominios de Borja.
El Arnoia lo buscó a la contra, pero Rubén Arce no acertó con su tiro tras un buen centro de Adrián Presas.
El entrenador local dio entrada a Rogerio que, con su velocidad y enjundia comenzó a darle problemas a la defensa rival. El gol estaba madurando y llegó mediante un potente disparo de Óscar Martín desde aproximadamente 25 metros que se coló por la escuadra y que hizo que fuera estéril la estirada del portero, colocando así el 1-0.
Este resultado obligó al Arnoia a ir a por el empate, pero los barquenses supieron como controlar la situación, jugando con los apuros y la desesperación del oponente. Ambos conjuntos realizaron varias modificaciones, pero el panorama no cambiaría hasta que se entró al tiempo añadido que de seis minutos terminaron siendo 13 debido a una reacción de Rogerio tras ser picado por un rival lo que provocó un lamentable final que no se merecía esta eliminatoria. La afición local recriminaba la actitud de los jugadores del Arnoia que en algún caso se encaró con la grada.
