El Barco vence y convence tras imponerse al Silva (3-0)

El barquense Juan Barbeito protege el balón ante Fiuza, del Silva, en Calabagueiros.
photo_camera El barquense Juan Barbeito protege el balón ante Fiuza, del Silva, en Calabagueiros.
El equipo dirigido por Javi Rey derrotó a los coruñeses y logró la primera victoria del campeonato en Calabagueiros

El Barco ya sabe lo que es ganar en casa. Tuvo que ser en el cuarto partido que jugó en su campo y lo hizo luego de derrotar al equipo coruñés del Silva, por tres goles a cero, en un partido en el que fue superior desde el primer minuto y que no paso ningún tipo de apuros.

Desde que comenzó el partido, los de Javi Rey demostraron que esta vez no se les iban a escapar los tres puntos. Comenzaron muy enchufados y apretando al rival con una buena presión y moviendo muy rápido la pelota. El Silva, con defensa de cinco, esperaba las acometidas locales que empezaron a avisar con un par de faltas de Iago López a las que respondió bien el meta Ríos. A la media hora llegó el 1-0. Juan Barbeito centro desde la banda derecha, un centro raso que Javi Pazos remató bien, pero el meta visitante salvó el gol rojillo. Júnior muy atento recogió el rechace del portero y mandó la pelota al fondo de la red. Y antes del descanso pudo llegar el segundo, pero el buen disparo del delantero local Jorge Cortés se encontró con el palo de la meta el Silva.

En la segunda parte no cambió la decoración y el único equipo que estaba sobre el campo eran el Barco. A los 67 minutos, a poco de entrar en el campo, el canario Óscar Martín recortó desde la izquierda y sacó un disparo que se coló en la meta del Silva para dejar el partido casi sentenciado. Y en el 80, el delantero Javi Pazos no faltó a su cita con el gol. Recibió un pase filtrado de Álex Rey, encaró al meta visitante y lo superó con un tiro raso. 

El Barco lograba una victoria justa, merecida y también muy necesaria para comenzar a escalar posiciones en la tabla clasificatoria, de un equipo conformado para cuotas mayores, además de reconciliarse con sus aficionados que todavía no le habían visto ganar en Calabagueiros.

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