Al Campus Ourense no lo tumba nadie. Después de un descenso doble y administrativo, el equipo ourensano estuvo un añito “en el infierno”, que diría aquel lema del Atlético de Madrid. La Liga Galega 2 no era lugar para un equipo que llegaba desde la segunda categoría nacional. Por eso ascendió de calle. Ahora vuelve a un terreno más conocido, la Liga Galega 1. Lo hace con ganas, ilusión y un equipo con gente de la casa. Incluso con el regreso de algún clásico. Este sábado, desde las 17:00 horas en el campo Universitario, se miden al Pontevedra Rugby Club para alzar el telón.
“Tenemos muchas ganas de empezar después de una pretemporada que se ha hecho larga. No pudimos jugar ningún amistoso porque, aunque teníamos dos apalabrados, la Federación Galega está con una aplicación nueva para la tramitación de las fichas y lo ha retrasado todo. Estamos entrenando muy bien, el grupo ha crecido con jugadores que dejaron de jugar en su momento por el covid, o por lesión. Más los que suben desde las categorías inferiores”, explica David Monreal, entrenador y mucho más en el Campus una campaña más.
Y aunque estar peleando más arriba, tuteando a clubes mucho más poderosos, es tentador, en el cuadro ourensano saben que tiene un coste muy grande y que se necesitan cambios organizativos en la competición para tratar recuperar el sitio perdido. “Tenemos claro que queremos trabajar en las categorías inferiores. Con el equipo senior, competir y acoplar a los jugadores que vayan subiendo. Y esperar, en un futuro, si cambia el formato de la División de Honor B porque si no estaríamos en lo mismo y la gente se cansa. Requiere mucho compromiso económico, deportivo y personal”, apunta Monreal.
Exigencia
Ahora afrontan un curso que le va a exigir más que el pasado. Hay equipos con nombre y pasado que subirán el nivel. “Ya va a ser más acorde a nuestro nivel. Están el Universidade de Vigo, el CRAT Coruña o el Rugby Ferrol que han estado en División de Honor B, o los vigueses en lo más alto incluso. Es una competición atractiva con todos los principales equipos gallegos. El primer objetivo es mejorar y disfrutar de cada partido y de los compañeros para volver a sentir lo que es estar a gusto dentro del campo. Porque el año pasado fue un cambio muy grande. Pasamos de la División de Honor B a la Segunda Territorial de Galicia. Había mucha diferencia, No era ni bueno para nosotros ni para los demás. Pierdes la intensidad, la ilusión de entrenar y jugar. Y ahora queremos volver a disfrutar”.
Eso es lo que ha llevado a Morty a regresar tras una lesión, a Rucho, Abreu o Abraham a seguir ejerciendo de veteranos ante las nuevas generaciones o a Brais y Matteo a volver tras una experiencia mayúscula en Nueva Zelanda este pasado verano. Monreal estará escoltado por Rubén, como segundo entrenador, y Alba, ejerciendo las funciones de delegada.
Se estrenarán este sábado, desde las 17:00 horas, recibiendo a uno de los dos equipos que aporta la ciudad del Lérez, el Pontevedra Rugby Club. Primera ocasión para llevar una victoria al casillero. Por ganas no va a ser. El Campus quiere volver a sonreír jugando. La mejor motivación para un equipo que nunca se ha ido.
