El Aguas de Sousas recibe en el Pazo al filial del Barcelona en un partido que podría ratificar la segunda plaza de los ourensanos pero que sobre todo se antoja un test fiable para comprobar el verdadero nivel de los ourensanos con Rafa Sanz en el banquillo.
Test exigente ante un filial con talento en todas las posiciones y con centímetros cerca del aro. Reválida quizá definitiva para convencer a una afición decepcionada en la primera mitad de la temporada y esperanzada tras la última cita. No fallar ahora es clave para aumentar los adeptos en los partidos decisivos. 'Es una prueba importante para nosotros. Jugamos contra un gran equipo. Tienen intensidad, calidad, físico y un buen entrenador. Tiene de todo. Tienen juego y jugadores', asegura el técnico del COB, Rafa Sanz.
El COB se siente cómodo en el Pazo. Juega más suelto y con red sabiendo que los despistes ayuda a compensarlos una afición sin competencia en la Liga. Esta tarde el Entroido animará el ambiente pero a la vez restará afluencia. Puertas abiertas para el que acuda disfrazado para intentar compensar la jornada festiva en la calle.
Los alicientes en la pista tampoco desmerecen. Ver de cerca a jugadores con futuro televisivo. Temibles para sus pares defensivos pero seguro bien recibidos por una afición condenada a sufrir una categoría limitada.
La defensa será clave. Mantener la intensidad los 40 minutos y no permitir que disfruten con el balón jugadores como Josep Pérez o Joan Creus. Que no tire fácil Erikkson. Es una asignatura a superar por un COB que ha dado un paso al frente en ataque pero que regaló minutos defensivos en la última cita.
En la otra mitad del campo Guillandeaux tiene que asumir peso en el juego, Hill no está para ser decisivo y Movilla o Vicens intentarán prolongar su buen momento. Koffi y Webster están obligados a dar un paso más.
Un partido complicado para un COB que debe seguir progresando. De rebote la victoria descartaría a un posible rival en la lucha por el factor pista.
El COB se siente cómodo en el Pazo. Juega más suelto y con red sabiendo que los despistes ayuda a compensarlos una afición sin competencia en la Liga. Esta tarde el Entroido animará el ambiente pero a la vez restará afluencia. Puertas abiertas para el que acuda disfrazado para intentar compensar la jornada festiva en la calle.
Los alicientes en la pista tampoco desmerecen. Ver de cerca a jugadores con futuro televisivo. Temibles para sus pares defensivos pero seguro bien recibidos por una afición condenada a sufrir una categoría limitada.
La defensa será clave. Mantener la intensidad los 40 minutos y no permitir que disfruten con el balón jugadores como Josep Pérez o Joan Creus. Que no tire fácil Erikkson. Es una asignatura a superar por un COB que ha dado un paso al frente en ataque pero que regaló minutos defensivos en la última cita.
En la otra mitad del campo Guillandeaux tiene que asumir peso en el juego, Hill no está para ser decisivo y Movilla o Vicens intentarán prolongar su buen momento. Koffi y Webster están obligados a dar un paso más.
Un partido complicado para un COB que debe seguir progresando. De rebote la victoria descartaría a un posible rival en la lucha por el factor pista.
