La derrota ante el Palencia confirmó la mala situación deportiva y emocional de un COB alejado de las expectativas que había creado a principio de temporada.
El equipo ourensano está fuera de las dos plazas de descenso a la LEB Plata pero ya con las mismas victorias que el Barcelona, que es penúltimo después de su triunfo ayer ante el Navarra en el Palau Blaugrana (81-72).
La descomposición del COB en el último cuarto fue alarmante. Pasó de competir ante un candidato al ascenso a venirse abajo totalmente, lo que ratifica la falta de confianza de una plantilla en la que 'pilares' como Huertas, Rivero o Kale firmaron un partido para olvidar. Tres jugadores clave para el juego del equipo que acabaron acumulando un sonoro -11 de valoración.
La desesperación de Rivero tras fallar un tiro cómodo a tablero y sus lágrimas al finalizar el partido son el mejor reflejo de lo que está viviendo el vestuario ourensano. Un equipo importante que nota la falta de progresión en su juego. Un COB que por primera vez en la temporada enlaza dos partidos consecutivos sin tener opción alguna de victoria.
UNIÓN EN EL CLUB
Las derrotas y el empeoramiento en el juego del equipo preocupan a una directiva que apuesta por mantener la cabeza fría en un momento clave de la temporada. En una liga tan corta el margen de maniobra el mínimo y por eso la directiva que encabeza Antonio Gavilanes medirá cada paso que dé.
El COB que juegue el viernes en Lleida será el mismo que se enfrentó al Palencia. No habrá cambios en la plantilla y tampoco en el banquillo. La confianza en Gonzalo García de Vitoria es total y el Consejo de Administración no contempla el relevo en el banquillo.
Tampoco en la plantilla aunque los resultados dictarán sentencia. La economía del club no permite 'fiestas' pero la directiva tampoco permitirá que la situación siga empeorando eternamente. Los únicos jugadores con cláusula de salida sin indemnización son Álvaro Frutos y Julio González, pero el base acaba su plazo de corte en el mes de diciembre y el alero sólo puede ser cortado si recae de su lesión de espalda. Los demás tienen contrato garantizado.
La descomposición del COB en el último cuarto fue alarmante. Pasó de competir ante un candidato al ascenso a venirse abajo totalmente, lo que ratifica la falta de confianza de una plantilla en la que 'pilares' como Huertas, Rivero o Kale firmaron un partido para olvidar. Tres jugadores clave para el juego del equipo que acabaron acumulando un sonoro -11 de valoración.
La desesperación de Rivero tras fallar un tiro cómodo a tablero y sus lágrimas al finalizar el partido son el mejor reflejo de lo que está viviendo el vestuario ourensano. Un equipo importante que nota la falta de progresión en su juego. Un COB que por primera vez en la temporada enlaza dos partidos consecutivos sin tener opción alguna de victoria.
UNIÓN EN EL CLUB
Las derrotas y el empeoramiento en el juego del equipo preocupan a una directiva que apuesta por mantener la cabeza fría en un momento clave de la temporada. En una liga tan corta el margen de maniobra el mínimo y por eso la directiva que encabeza Antonio Gavilanes medirá cada paso que dé.
El COB que juegue el viernes en Lleida será el mismo que se enfrentó al Palencia. No habrá cambios en la plantilla y tampoco en el banquillo. La confianza en Gonzalo García de Vitoria es total y el Consejo de Administración no contempla el relevo en el banquillo.
Tampoco en la plantilla aunque los resultados dictarán sentencia. La economía del club no permite 'fiestas' pero la directiva tampoco permitirá que la situación siga empeorando eternamente. Los únicos jugadores con cláusula de salida sin indemnización son Álvaro Frutos y Julio González, pero el base acaba su plazo de corte en el mes de diciembre y el alero sólo puede ser cortado si recae de su lesión de espalda. Los demás tienen contrato garantizado.
