José Antonio Requejo, miembro del equipo ourensano Ben Cho Sey, campeón de Europa por equipos de pruebas atléticas de ultrafondo.

Cuando superar los límites es norma

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Recientemente se desarrolló la gala anual del atletismo español y a pesar de estar atravesando por una crisis de identidad el atletismo ourensano estuvo bien representado. Nacido en Valladolid, aunque burgalés de sentimiento, e integrante del equipo ourensano Ben Cho Shey, José Antonio Requejo Santos fue protagonista en la fiesta atlética por su éxito individual (bronce) con la selección española (oro) en el Europeo de 100 kilómetros disputado en Francia.
-¿Cómo es una prueba atlética de ultrafondo?
-Se trata de carreras de larga distancia en las que existen rutas homologadas, por ejemplo en los campeonatos oficiales, de 100 kilómetros. Son tan exigentes que si quieres estar con la élite sólo te puedes permitir el lujo de hacer una al año al necesitar estar en un estado de forma increíble el día de la prueba. En distancia es poco más del doble de un maratón pero el desgaste que supone es como si realizaras diez. Cada cinco kilómetros hay avituallamientos y yo, por ejemplo, me tomo un gel, medio plátano y bebida isotónica y aun así terminas perdiendo entre cuatro y cinco kilos.

-Es como preparar una prueba de 10.000 metros, sin entrenos asfixiantes. Se hacen series de 1.000 ó 2.000, hasta 8.000 en un día, pero sin machacarse ya que necesitas estar entrenado todo el año aunque fuerzas un poco más la preparación unos dos meses antes de la carrera, pero sin machacarse.

-El mejor, sin duda, en el último Europeo, por conseguir una medalla que no esperaba pues aunque había entrenado bien creía que no estaba suficientemente preparado. Pero fui de menos a más y primero me vi en los puestos de finalista y después en las medallas. El peor momento, en el Mundial de Italia 2011. Yo corría maratones y me enteré que en Madrid habría una carrera de selección para el Mundial de 100 kilómetros, y la gané. En Italia, iba ganando posiciones y en el kilómetros 80, cuando luchaba por la plata y el bronce, me encontré con el muro y reventé, optando por retirarme. ¿A 'sólo' 20 kilómetros de meta? En estos casos hay que obrar con cabeza pues la destrucción muscular que podrían suponer esos 20 kilómetros podrían ser irrecuperables.

-Casi todos empezamos en el cross, luego los 10.000 metros en pista, y llegas al maratón. Corres y lo disfrutas, ves que acabas con fuerzas y en 15 días estás pensando en correr otro. Mi recuperación era bestial, sin demasiado desgaste, y pasé a correr seis al año, y frenándome. Y así llegué yo a las pruebas de 100 kilómetros.

La cantera

-Sí, está aumentando mucho. El ultrafondo se está poniendo de moda e incluso empiezan a llegar atletas populares. Pero yo digo, ojo, hay que tener mucho cuidado. Hacer un 10.000, un medio maratón, no pasa nada, pero creo que se le está perdiendo el respeto a los maratones, cualquier tipo de anomalía cardiovascular puede resultar muy grave. Es importante que el atleta popular haga las pruebas en las que sienta que no agoniza y un maratón exige una preparación muy específica, por lo que no debería haber cabida para el deportista dominguero.

-El 31 de agosto será el Mundial de Letonia y allí espero luchar por las medallas, si bien un par de meses antes intentaré competir en una prueba que no es oficial pero que está considerada las Olimpiadas del ultrafondo, la Comrades Marathon, en Sudáfrica. Es una carrera de 90 kilómetros que supone un enorme escaparate porque tiene una repercusión increíble. Si me veo bien de forma y creo que puedo recuperar para el Mundial la correré

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