Ganar y volver a ganar, único camino del Barbadás

Isma pelea la pelota con un defensor del Cambados, ayer en el campo de Os Carrís.
photo_camera Isma pelea la pelota con un defensor del Cambados, ayer en el campo de Os Carrís.
La novena victoria seguida del Barbadás, ésta a costa del Cambados, dispara a los ourensanos camino de Tercera

Pues ya son nueve. Nueve victorias consecutivas ha encadenado el Barbadás, veintisiete puntos conquistados sobre veintisiete posibles, una barbaridad. La última llegó a costa del Juventud Cambados, incontestable, con unos cimientos que se pusieron pronto, a los doce minutos, para un edificio que se terminó de construir en la recta final, en el ochenta y dos. Por el camino, un poste que le negó el gol a Caneiro y una pelota golpeada por Toño que sacó un defensor bajo palos. Fue el único pero, no cerraron el partido los ourensanos cuando fueron inmensamente superiores y sobre todo tuvieron ocasiones para hacerlo y los pontevedreses amagaron con estropear la estadística. Amagaron, porque Borja Atanes apenas tuvo que sacar una vez los guantes a pasear.

Rivero fue el MVP del partido. Hizo un estropicio por la banda izquierda, ya desde el primer minuto, cuando probó al guardameta con un disparo por el palo que cubría. A una falta lateral un minuto más tarde, en el dos, no llegó a cabecear Marcelo. Diez después cantaron gol los azulones, el balón raso de Rivero no encontró pies que lo empujasen ni pies que lo sacasen del área pequeña. Le cayó finalmente a Toño, que firmó el cuadro.

Con el Cambados solo sobresaliendo por el amarillo chillón de su indumentaria, Caneiro colocó en el poste una falta desde el borde del área.  Ahí se tomaron un respiro los ourensanos, que todavía tuvieron un último arreón a la media hora, un sartenazo a placer de Toño que sacó un zaguero bajo palos. En la otra puerta, Atanes apareció por única vez para quitarse de encima un golpeo de Ramón que cogió mala cara tras pegar en un defensa.

Con el partido completamente controlado aunque siempre en el vilo que supone una victoria mínima, el Barbadás tardó en llegar al gol en el segundo tiempo. Un cuarto de hora quedaba cuando fue expulsado Fran, por una impetuosa entrada sobre Isma. José Ramón cabeceó arriba una pelota que puso Cheri. A falta de ocho minutos se acabó, Rivero se buscó hueco y supo colocar el 2-0 entre las piernas de varios defensores. Se despidió el partido con José Ramón mandando al limbo lo que debió ser el tercero.

Ganar y ganar y volver a ganar, la máxima de Aragonés cumpliéndose a rajatabla. Espera el Umia. 

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