El vasco abrió el marcador ante el Bergantiños en el descuento del primer acto y anotó el 2-1 en el minuto 90

Dos goles de Eder dan tres puntos más al Ourense

El delantero vasco Eder celebra el gol de la victoria del Ourense ante el Bergantiños (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Sin armar demasiado ruido, sin el fútbol brillante que nadie es capaz de desarrollar en esta Tercera competida al máximo, sufriendo y por la mínima, pero el Ourense sigue a lo suyo, a sumar.
El equipo de Patxi Salinas se reencontró con el triunfo con el 2-1 ante el Bergantiños en un partido en el que mostró una buena cara en la primera parte, aunque fue perdiendo gas a medida que pasaban los minutos.
El técnico visitante Baleato tenía claro cuáles debían a ser sus armas y no escatimó en esfuerzos. Cedió de manera descarada el balón a un Ourense al que le faltó precisión en el pase final. Además, los locales no lograron desubicar a un Bergantiños que defendía con los 11 jugadores en su parcela.
Los 10 primeros minutos del Ourense fueron casi perfectos. Combinaciones, triangulaciones y paredes que le situaban en el área visitante de manera constante, pero el último pase moría una y otra vez en las manos del meta David Yáñez o en los pies de la zaga.

Es más, el primer susto lo dieron los de Carballo. El expontino Marc lanzó una falta que se estrelló en el poste de Pato (minuto 21). El primer remate del Ourense fue de Mouriño, en el 23, con un lanzamiento cruzado. Las mejores opciones fueron para el lateral Josu, primero con un remate con el pie a centro de Noguerol (34), y después en una contra con un remate desde la frontal (40).
Fue la antesala del gol. El central Campillo envió un pase de 40 metros a Eder que orientó el balón y sólo tuvo que cruzar ante Yáñez. 1-0 en la prolongación de la primera mitad.

En la continuación, con el Bergantiños sin dar señales de vida en ataque y un Ourense cansado, el partido entró en un tedio que se vio alterado en el 74, con el 1-1, obra de Bayo al cabecear una falta botada por Marc. Entonces, el Ourense se lanzó a tumba abierta. Atacó a la desesperada, asumiendo riesgos, y su trabajo tuvo la recompensa del gol. Quién si no. De nuevo Eder. Aprovechó una salida en falso de Yáñez para cabecear el 2-1 cuando suspiraba el partido, en el 90. En medio, dos expulsiones visitantes y una victoria que mantiene al Ourense en la tercera plaza a sólo dos puntos del líder.

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